Ivan Joatzay
“La verdad es que el mal no muere, cambia de forma.”
Con más de 40 años de historia y 12 películas derivadas en reboots, spin offs y distintas continuaciones a la matanza de Michael Myers, una de las sagas más icónicas del cine que definió al terror contemporáneo y consolidó al ‘slasher’ como género cinematográfico, llegó a su fin esta semana con ‘Halloween Ends’, el final de Michael Myers.
La historia, coescrita y dirigida por David Gordon Green, trae de regreso a Laurie Strode (Jamie Lee Curtis), la única sobreviviente de aquella primera noche de asesinatos de Michael en 1978, quien, tras 4 años desde su último enfrentamiento con el enmascarado, se encuentra en una mejor etapa de su vida, en un momento de redención con su pasado y una mirada hacia el futuro, mientras escribe su memoria y cuida de su nieta, Alllyson (Andi Matichak), pero, tras conocer a un chico acusado de asesinato, Corey Cunningham (Rohan Campbell), las dos mujeres se enfrentarán los rezagos de su pasado y las posibles muertes del futuro ante la violencia que habita en su pueblo natal, Haddonfield, con la malicia de Michael Myers aún viva en los pobladores.
‘Halloween: la Noche Final’ es una historia diferente que, para la clásica esencia de la reconocida saga de miedo, puede verse como un terror completamente disruptivo, un terror más oscuro, más ideológico, subjetivo y mucho menos sangriento.
En un inicio, la más reciente noche de ‘Halloween’ llega como una promesa ferviente del final épico y aterrador que se desea para esta saga, una historia de redención y sangre donde el miedo cobraría parte vital para obtener un vencedor en la longeva lucha entre Michael y Laurie; sin embargo, ¿está a la altura de lo que esperamos?
El debate de esta historia (y ante el cual muchas personas podrían salir decepcionadas) comienza en uno mismo cuando, como espectadores, nos preguntamos ¿qué queremos?, ¿qué es lo que esperamos de esta magnífica colisión de fuerzas entre la maldad y la supervivencia? Sobre todo, porque esta última entrega del conocido ‘boogyman’ es una travesía ajena a todo lo que conocemos sobre Michael y Laurie y su clásico juego de “te voy a atrapar”.
Laurie es una sobreviviente de la maldad de Myers y, por ende, se espera sea la encargada de dar fin a esta historia, convirtiéndose en esa otra parte que neutralice el mal del enmascarado, sin embargo, y para sorpresa de los espectadores, esta no es su historia y ella es no quien carga la batuta del final de Michael Myers, sino que, a través de una nueva generación, ‘Halloween Ends’ apunta a explorar la maldad que lentamente fue corrompiendo al conocido ‘boogyman’ y el por qué Myers no es tan diferente de Laurie o todos nosotros; pero, ¿lo logra?
Con un personaje nuevo que explora la psicosis de la maldad en sí misma y el por qué el enmascarado dejó una huella tan grande en Haddonfield, el nuevo chico, Corey, muestra una faceta de terror distinta que desea hablar de la entera esencia del Halloween con un lema sobre cómo el miedo forma parte de nosotros y nos define, pero no hay por qué huir de ello, sin embargo, irónicamente, en su intento por avivar la llama del significado del terror, esta nueva noche de matanza va perdiendo su propio camino.
Gordon Green propone un nuevo rumbo que parece no antes visto en la saga del slasher en el que, a través de Corey y Allyson, quiere mostrar un arco a la “romeo y julieta” que termine con la estabilidad de Laurie y rompa con todo lo que alguna vez pensó de Myers; aunque el duelo interno de la sobreviviente está presente, no logra pasar de la mitad de la película con una mala estructura narrativa que no escoge una línea y deja completamente fuera las figuras de la saga.
‘La Noche Final’ es una historia seca que, en su intento de explorar una metáfora existencialista del mal humano, pierde su esencia de terror y de lo que alguna vez fue la matanza original de Michael Myers. Aunque propone algo nuevo y significativo para el cierre de la saga, ‘Ends’ no logra solidificar sus intenciones y, con un ‘thriller’ que recupera tintes del ‘slasher’ y una cinta de romance, crea un “campechaneo” muy drástico y poco funcional para el desarrollo, tanto del sentido de esta historia, como para el cierre de sus personajes. Aunque no todo es oscuridad para esta nueva entrega.
Entre sus hallazgos, el final de ‘Halloween’ encuentra un brillo de luz entre su (prácticamente) protagonista, Rohan Campbell, quien logra dar un tono bastante oscuro y orgánico para la ruptura de su bondad interna y, poco a poco, sucumbe ante esa “adicción” por ejercer su voluntad y crear justicia por su propia mano. Campbell construye un camino de psicosis que, de manera intuitiva y casi imperceptible, corrompe lo que alguna vez pareció un chico bueno para llegar a revivir al mismísimo Michael Myers y, ciertamente, crear un nuevo significado para lo que alguna vez fue el enmascarado.
El cierre de la saga ‘Halloween’ es una historia que, por más que maneja una propuesta interesante y única dentro del género de terror, se vuelve opaca frente a las emociones encontradas por determinar un buen final. En su caso, por no dar el peso suficiente a sus protagonistas, Laurie y Michael, construyendo un sentido de moral quebrado, pero que a la vez le da a los fanáticos una secuencia final entre las dos fuerzas que, para el punto de la historia, se siente como un argumento fuera de lugar e innecesario.
Finalmente, ‘Halloween Ends’ no es el final que esperas, en una mezcla por crear una conclusión poética y trascendental sobre el mal que hay en todos nosotros, el cierre de esta noche construye una historia amorfa que olvida la mayor esencia de esta saga pero se arriesga a dejar algo nuevo, un mensaje diferente y un final mucho menos digerible para los espectadores.
(Foto: Universal)
