Ramón Cuevas Martínez
Por supuesto que “le ayudo” a mi mujer, yo no soy de esos machines. Lavo el carro y mi plato cuando termino de comer. Me plancho mi camisa.
No se ha entendido bien el propósito de la responsabilidad social, en realidad se confunde con filantropía, es decir, con ayudar a las personas de bajos recursos o con promover acciones de recaudación de fondos. Eso no es responsabilidad social.
Responsabilidad social es cumplir con las demandas y sugerencias de las partes interesadas en el negocio, para que entre todos construyamos mejores empresas y mejores sociedades.
La mejor forma de tomar acciones de responsabilidad social es comenzar con los empleados, construir centros de trabajo corresponsables con las tareas que se tienen que cumplir en el mundo familiar y también en el mundo personal. Nadie puede estar completamente sano y ser productivo si tiene su vida personal hecha un desorden.
Tradicionalmente las mujeres han tenido la responsabilidad por el llamado trabajo reproductivo –esto es, el cuidado de la casa y de quienes en ella habitan– diferenciado del trabajo productivo, que implica intercambios monetarios en el mercado, que estaba reservado a los varones. Algunos cambios en nuestro estilo de vida, tales como la entrada masiva de las mujeres al mercado de trabajo y la modificación del tamaño de las familias derivada de una caída sostenida en la tasa de fertilidad, han provocado una crisis de este modelo, que ha llevado a replantearse el equilibrio –o mejor, la relación– entre dos de los más importantes espacios de la vida de cualquier persona: la familia y el trabajo.
Este proceso de transformación y de reconstrucción de la vida social genera oportunidades para el surgimiento de nuevas formas de vida orientada a nuevas oportunidades, derechos y libertades en la vida familiar y laboral.
Los Centennials y Millenials quienes han crecido en el campo laboral representará más del 75% de la fuerza laboral del país, y se caracteriza por priorizar el bienestar personal, quieren un mayor equilibrio entre la vida laboral y personal y están abiertos a cambiar de trabajo para conseguir lo que quieren, son diferentes a otras generaciones de épocas anteriores. Por lo mismo, es imperante entender sus expectativas, necesidades y motivaciones, ya que son ellos los que están llamados a cambiar y dirigir los centros de trabajo.
Si los centros de trabajo no ajustan sus mecanismos para ganar la lealtad de estas generaciones, arriesgan perder un importante porcentaje de sus trabajadores, y sin ellos la productividad y sostenibilidad de la empresa en el tiempo, serán tareas prácticamente imposibles.
Uno de los mecanismos que poseemos en México para atender la necesidad de entornos positivos de trabajo es la Norma Mexicana NMX-R-025-SCFI-2015 en Igualdad Laboral y No Discriminación, mecanismo de adopción voluntaria para reconocer a los centros de trabajo que cuentan con prácticas en materia de igualdad laboral y no discriminación, para favorecer el desarrollo integral de las y los trabajadores.
*Consultor en Gobernova
@CuevasRamon contacto@gobernova.com.mx @gobernova www.gobernova.com.mx
