Estefanía Antonio

La Secretaría de Desarrollo Económico (SEDECO) informó que las actividades comerciales relacionadas a la celebración del Día Internacional del Orgullo LGBTTTIQ+, a celebrarse este fin de semana, producirán una derrama económica de 810 millones de pesos en la Ciudad de México.

Esta cifra representa una importante inversión en la economía; pero, ¿por qué una fecha que inició para luchar por los derechos de la comunidad LGBTTTIQ+, se ha convertido en todo un mes ideal para comercializar productos alusivos a la diversidad sexo genérica?

Al respecto, la profesora y socióloga Belén Herrero, explicó que, “el modo de producción capitalista y el modelo de desarrollo neoliberal, van a aprovechar el nicho de mercado de la diversidad sexo genérica porque más que razones sociales, para incluirse en el movimiento, lo que las empresas tienen es una oportunidad de mercado”

Las siglas LGBTTTIQ+, refieren a las personas Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgénero, Transexual, Travesti, Intersexual y Queer. Se añade el símbolo (+), para añadir a las personas Pansexuales, Demisexuales y Asexuales.

Durante este mes, empresas como Smirnoff, Adidas, American Eagle, entre mucha otras, lanzan productos y campañas llenas de colores en las que invitan a comprar sus productos para conmemorar la diversidad, sin embargo, el dinero recolectado no es usado para acciones particulares relacionadas con la lucha por el reconocimiento de los derechos de la comunidad.

Existe una mercantilización, no solo de productos, sino también de servicios turísticos, creativos y de entretenimiento, que buscan una imagen: la de la empresa socialmente responsable e incluyente.

“Pero, sí hubiera razón social, se hablaría de un intercambio genuino de la incorporación a la lucha de la comunidad sexo genérica, porque realmente ¿cuántas empresas están realizando talleres dentro de las empresas para incorporar personal de la comunidad, ¿cuántas personas trans están empleando sin que esto sea un elemento para dar una imagen de empresa socialmente responsable?”, mencionó Belén Herrero.

Cabe señalar, que el doble discurso está inmerso en varias de las empresas que se dicen aliadas al movimiento LGBTTTIQ+, tal es el caso de Disney, que recientemente estrenó la película Buzz Lightyear, en la que hay una breve escena en la que aparece un beso lésbico; pero, por otro lado, existen investigaciones donde se afirma que Disney ha apoyado económicamente a figuras políticas que promueven leyes donde se busca prohibir la enseñanza de los términos orientación sexual e identidad de género en escuelas estadounidenses.

La película ha sido censurada en varios países y en algunos otros, como en México, hay anuncios en las taquillas previniendo a los padres sobre una cinta con contenido de “ideología de género”.

“El cine es una industria y busca consumidores, su lógica no está fuera del modelo capitalista neoliberal”, comentó Belén Herrero, refiriendo que el contenido cinematográfico infantil también busca vender y no solamente a las infancias, sino también a todo el nicho de mercado LGBTTIQ+.

De un tiempo para acá…

El Día Internacional del Orgullo LGBTTTIQ+ se conmemora a partir de los disturbios ocurridos en Stonewall, Nueva York, en donde hubo una serie de manifestaciones espontáneas y violentas para exigir justicia por una redada cometida por la policía, en contra de la comunidad LGBTTTIQ+, durante la madrugada del 28 de junio de 1969.

Fue a partir de entonces cuando cada 28 de junio se inició a marchar, primero en Estados Unidos y después en varias ciudades del mundo, para exigir respeto y el reconocimiento de los derechos de la comunidad.

Sin embargo, a 53 años del inicio de las marchas, según integrantes de la comunidad muchas de las campañas para la promoción de los derechos LGBTTTIQ+, han perdido su objetivo.

Samantha González, quien es parte de la comunidad sexo genérica y se identifica como una persona no binaria, comentó para Portal Diario que no siente representación de las marcas, ni de todos los productos alusivos a la fecha porque “solo quieren aprovecharse del movimiento”.

“Ser parte de la comunidad LGBTTTIQ+ no se trata de un solo día o de un solo mes, yo no quiero que una marca me diga que debo usar tenis de colores para ser mas cool, más gay, porque aunque claro que existen procesos identitarios que nos ayudan a sentirnos cobijades, ¿de qué me sirve una empresa a mi, si son ellos los primeros en limitar nuestras expresiones de género cuando buscamos empleo?”

Además, Samantha expresó que como lesbiana, también se enfrenta al patriarcado que hay dentro de la comunidad LGBTTTIQ+, “casi no se habla de esto porque la gente está acostumbrada a relacionar a la comunidad con los hombres gay, pero hay mucho machismo también”

Sobre el tema, la profesora Belén Herrero, argumentó que muchas de las campañas que crean las empresas para apoyar a la comunidad durante la marcha LGBTTTIQ+, siguen siendo heteropatriarcales, donde se sigue tendiendo a representar a la comunidad con hombres homosexuales y en menor medida con mujeres lesbianas, bisexuales, aunque en los últimos tiempos se ha tenido más visibilización de la comunidad trans y eso es un avance.

Sin duda, la mercantilización es un tema que atraviesa a la sociedad en todas sus realidades por el contexto neoliberal, y “es una invasión capitalista de la mercantilización que opaca a las organizaciones que sí tienen un sentido de lucha permanente y no solo de un día”, recalcó Belén Herrero.