Ivan Joatzay
“¡Al infinito y más allá!”
Contando la historia que el pequeño Andy vio en su infancia, ‘Lightyear’ llega a las salas de cine para responder a la pregunta: ¿Quién es Buzz Lightyear? A través de una aventura ciberespacial que promete ser la epifanía emocional de los adultos que en algún momento se encariñaron con el astronauta de juguete.
Bajo la dirección de Angus McLane (‘Buscando a Dory’), el nuevo estreno de Pixar cuenta la historia del verdadero héroe de la pantalla grande. Buzz Lightyear (Chris Evans / Erick Selim) es un guardián espacial que, en guía del comando estelar, viaja por la galaxia junto a su compañera, Alisha Hawthorne (Uzo Aduba / Cony Madera), enfrentando amenazas desconocidas e identificando planetas no explorados. En un intento por regresar su hogar, después de quedar varados en un planeta hostil e inhabitable, Lightyear se verá forzado a impulsarse hasta sus límites con el propósito de cumplir su misión espacial y encontrar el camino a casa. Con un objetivo guiado por el sentido de identidad, el estudio de animación busca desarrollar un viaje emocional que le dará una nueva, y original, personalidad al astronauta.
Haciendo una oda a la cultura pop y la perspectiva de la ciencia ficción de los 90’s, la película del agente espacial propone una aventura anticlimática al cine contemporáneo donde las emociones momentáneas y sucesos imposibles y mágicos, como el viaje a la velocidad de la luz o enfrentarte a robots gigantes, son el peso emocional del espectador y, a su vez, enriquece el arco de Lightyear.
Buscando ser “la película épica de la que un niño se puede enamorar”, la historia del comandante espacial se enfrasca en generar una experiencia emotiva y llena de referencias a su saga original, Toy Story, para definir una identidad nueva para Buzz; donde los movimientos, lenguaje, creencias y actitudes del juguete original, forman parte de este nuevo héroe a conocer.
A pesar de no construir una historia muy profunda o desarrollada emocionalmente para el astronauta y sus aliados, Lightyear presenta un arco aventurero constante y ligeramente consecuencial, adecuado para el disfrute infantil, que mantiene al espectador atento en la mayoría de su tiempo, haciendo de esto su rasgo característico. Planteando nuevos problemas y personajes en todo momento, la acción abunda como el motor de identidad para Buzz, donde se me permite mostrar de qué está hecho, cuáles son sus problemas y resaltar los rasgos característicos de su vida como guardián espacial.
En cuestión de su nuevo mundo, la película del juguete de Andy presenta escenarios familiares a su saga original y personajes nuevos que, a pesar de sobresalir como un acompañamiento exclusivo de construcción para el protagonista (en su mayoría), da un enfoque fresco y completo a para la vida de Buzz. En paralelo a su historia con Woody, destaca el arco más crítico del personaje en la relación de compañerismo con su compañera Hawthorne.
Visualmente, la aventura de Lightyear compone un avance minimalista pero visible en la animación; dónde los colores e iluminación se vuelven parte vital para la creación de escenarios y personajes, otorgándole a la película de Pixar una vista juvenil y llamativa. En compañía de una composición no muy presente en las películas infantiles, los escenarios espaciales cobran un realismo más profundo y, en comparación a su predecesora en escenarios espaciales, Wall-e, más detallado.
‘Lightyear’ llega como una propuesta experimental para Pixar que, apesar de parecer una decisión apresurada y comercial del estudio, cumple con lo que propone; una aventura espacial que a cualquier niño le puede gustar y formar parte de su infancia, denotando una aventura que, al igual que sus últimas películas animadas, sigue una línea distinta para Pixar, dónde diversifican sus intenciones y no necesariamente su mensaje es su factor determinante. La trascendencia de la historia del comandante espacial está en duda pero es una experiencia que puede generar impacto entre los jóvenes y los fanáticos de antaño.
(Fotos: Pixar)
