Nota
Dos lecturas del mundo sobrenatural alteraron de manera drástica el curso de mi adolescencia: La novela El exorcista y una suerte de manual de exorcismos cuyo título no recuerdo. Estas lecturas revolucionaron la velocidad con que las imágenes mágicas y demoníacas se paseaban por mi cabeza en esos tiempos. Salir del callejón del miedo y la angustia tardó meses. Afortunadamente, hoy esos recuerdos sumados a nuevas lecturas similares adquieren perspectivas totalmente diferentes, hasta gozosas, más eros en vez de tánatos. Al revisar el libro Isis sin velo, de Madame Blavatsky, en el taller de Grafógrafxs y poder practicar una alquimia personal a partir de sus extraordinarios textos de ocultismo en busca de una nueva poética, me queda claro que en el mundo toda explicación científica siempre tiene más de una explicación mágica o “sobrenatural” que añade significados sorprendentes a la vida cotidiana.