Miguel García Conejo
“Aprende a manejar, tenías que ser vieja”. “Hazle de comer a tu hermano, para eso eres mujer”, “ahí está la lavadora, tu herramienta de trabajo”, “ya vas a empezar a llorar, todo lo arreglas con lágrimas”, “arréglate, date a desear”, “está bien su feminismo, pero la mujer siempre va ser mujer”.
Esos son sólo algunos de los comentarios que día a día se reproducen en distintas esferas sociales como muestra del machismo arraigado y violencia de género hacia las mujeres mexicanas, la constante de ellas, al ser cuestionadas sobre este tema, es coincidir en que todas las mujeres padecen alguna forma de violencia en su día a día.
“Muchísimo, machismo, estructurado, si estamos hablando tú no puedes tomar las decisiones es muy normal, el hay tenía que ser mujer es que si tuviste alguna reacción que si algo te paso o lloraste o gritaste es que está en sus días yo creo que eso es lo más normal”, Andrea Vega, mujer mexiquense
“Los chiflidos cuando estas caminando llevas un vestido, incluso cuando llevaba un pantalón; gritan y es bastante incomodo, no sabes reaccionar en ese momento aunque si he gritado algunas veces”, Melissa, mujer mexiquense
En el marco del 25 N, levantan la voz y demandan comenzar a sembrar ahora la semilla de un cambio en la forma, en la que nos relacionamos hombres y mujeres, la violencia lamentan no es solo física sino está escondida en lo que decimos y en como actuamos.
“Yo toda mi vida he sido víctima del hostigamiento sexual siempre es así que la miradita que el piropo este tipo de conductas que ya están arraigadas en la cultura mexicana porque es normal que tú seas una mujer y te echen un chiflido y si no te lo echan es parte de nuestra conducta por así decirlo y se ha normalizado destruir todo este sistema de creencias, este sistema estructural y comenzar hacer uno nuevo”, Martha Camacho, Mujer mexiquense,
A los comentarios machistas y de genero se suman las agresiones sexuales escondidas detrás de supuestos piropos, desde el siempre despreciable “adiós mamasita” hasta miradas lascivas y hoy, a partir de la expansión de los teléfonos celulares, hasta la toma de fotografías y videos sin permiso de las mujeres, quienes en el marco del nueve de marzo gritan un “ya basta” a esta tendencia.
“Ha sido una lucha enorme de visibilizar el problema de conocerlo de tratar de comprenderlo y ahora si vamos a la lucha y hacer acciones concretas”, Andrea Vega, mujer mexiquense.
(Foto: archivo, web)
