Miguel García Conejo
En México, pese a que los niños presenten elevados índices de sobrepeso u obesidad, se registra un alto consumo de grasas, azúcar e hidratos de carbono por parte de infantes.
De acuerdo con Abigail Hernández, Nutrióloga de la UAEM, los alimentos fritos, galletas, pastelillos y bebidas azucaradas, presentes en la dieta habitual de los mexicanos, liberan dopamina en el cerebro, generando una sensación de felicidad o plenitud, pero no son nada saludables, especialmente para los niños.
Indicó que como parte de su dieta cotidiana, los niños consumen alimentos con altos índices calóricos, como tacos, tortas, sopes y otros; además, en las tiendas de sus colonias les ofrece en su mayoría, productos azucarados.
La especialista en nutrición de la Autónoma mexiquense detalló que deben realizar los pequeños una actividad física lo que evita que suban de peso.
Sin embargo, puntualizó, de continuar con el mismo ritmo de consumo de productos altos en calorías, durante su vida adulta presentarán enfermedades crónicas no transmisibles.
Expreso su preocupación sobre la publicidad de dichos productos en medios masivos de comunicación, ya que conecta directamente con las emociones, es decir, relacionan la ingesta de ellos con un alto componente afectivo, lo cual representa un gran riesgo para los niños.
(Foto: archivo)
