Aranxa Solleiro
Las artesanías mexiquenses, tienen la virtud de expresarse en un mundo de diversos colores. Los artistas son capaces de crear árboles, figuras, juguetes, utensilios de comida y hasta macetas, de las piezas más reconocidas en el Estado de México y , particularmente, en Metepec.
Uno de los esenciales artesanos del Pueblo Mágico es el dueño de la tienda “La Guadalupana”, quien lleva más de 20 años proveyendo a las familias de macetas elaboradas con el mismo entusiasmo y pasión que emergen de sus manos.
Él, desde su infancia, asegura que la creación artesanal le permite conectar no solo con sus raíces, sino con su espíritu.
“Muchos aquí en Metepec, creen que lo único que se vende son los árboles de la vida, cuando yo creo que son más las macetas las que te compran.” Continuó. “A mí me apasiona, es algo con lo que crecí, mis papás lo hacían y yo no pude dejar de seguir sus pasos. Por eso cuando hago algo, me conecto espiritualmente con ancestros.”
A pesar de que la venta ha ido disminuyendo desde la pandemia, su amor por preservar su labor va más allá de la tormenta impuesta por el virus.
“Obviamente mis ventas bajaron, pero eso fue parejo para todos, aunque ya llevábamos desde antes de la pandemia con ventas malas, pues esto nos empeoró todo.” Dijo.
De acuerdo a lo dicho por él, las macetas representan el 75 % de las ventas de los artesanos del municipio, por lo que, dejar de difundir su relevancia podría desmeritar el gran aporte al sustento de sus colegas.
Cabe hacer mención que para su elaboración necesita alrededor de ocho horas y por ello, considera injusto el regateo o bajo precio que algunos deben de aceptar con el fin de sobrevivir.
“Entiendo los tiempos difíciles, entiendo que en lo que menos se desea gastar es en cosas innecesarias para nuestro presente, pero eso no quiere decir que nosotros no sigamos haciendo la lucha de trabajar.” Puntualizó.
En el andador artesanal del centro del Pueblo existen más de 30 tiendas de artesanías, el 80 % tiene el mismo producto que él, por lo tanto, su persistencia debe de inspirar la suficiente energía para no claudicar.
“Desde que empezó la pandemia, sé que durante la semana venderé de diez a cinco macetas, ya no me preocupa, sino que me motiva a hacer otros diseños que me hagan destacar de los demás.” Aseguró.
Para concluir, compartió al equipo del presente medio, lo esencial de apoyar a los artesanos o artistas mexiquenses, pues ante el enaltecimiento de Secretarías y áreas gubernamentales, la profesión va en declive.
(Foto: Aranxa Solleiro )
