Leobardo Hernández
La mañana de este jueves, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador celebró que “El Fondo de Cultura Económica, que dirige Paco Ignacio Taibo, tiene mucha producción de libros, yo creo que como pocas veces en la historia se han editado libros que se venden a precios muy bajos y en algunos casos se entregan de manera gratuita porque necesitamos fomentar la lectura”.
Así presentó AMLO una serie de “libros básicos, fundamentales, de escritores destacadísimos de nuestro país. Esta colección se llama 21 para el 21” que, agregó, “tiene que ver con los 700 años de la fundación de la Ciudad de México, con los 500 años de la invasión extranjera y con los 200 años de la independencia”.
Tras este preámbulo, Paco Ignacio Taibo II, director del Fondo de Cultura Económica, expuso que “la idea era producir una gran colección en términos de títulos y autores. Al final optamos por 21 libros”. Esto “dentro de lo que llamamos ‘La estrategia de una república de lectores’”, precisó.
Aunque pretendía que fueran más, hubo problemas con casas editoriales y herederos de algunos de los escritores que ”no estaban a favor de que sus autores tuvieran una distribución gratuita”.
Paco Ignacio Taibo II 
Se eligieron libros publicados en el México independiente, desde la época de la postguerra independentista hasta mediados del siglo XX. Los 21 títulos tuvieron un tiraje individual de 100 mil ejemplares (2 millones cien mil en total) para su distribución gratuita. La producción “fue financiada por el instituto que le devuelve al pueblo lo robado (sic), costó 45 mdp que cubre costos de impresión, derechos de autor y un micro costo de distribución. […] El costo unitario por cada libro se ponía así en los 21 pesos”.
Taibo sostuvo que esta “es la operación más grande que ha habido en la historia de América Latina, de regalo de libros”, por tanto, uno de los desafíos fue la estrategia de distribución, ya que no es posible asignar textos inaccesibles para cierto público, como sucedió durante mucho tiempo en salas de lectura de nivel básico.
“No puedes pararte en una esquina a regalar, tienes que encontrar que el libro indicado llegue al lector posible o al lector indicado […] no le puedes dar a una sala de lecturas infantil un libro de Monsiváis, y sin embargo a un club de lectura en un CCH, en un bachilleres en Guadalajara tienes que hacerles llegar ese libro”.
En este aspecto, afirmó que 65% de la distribución se hará a cargo de la presidencia. Informó que se privilegia a “jóvenes, becarios por aquí y por allá”, jubilados, todas las estructuras de fomento a la lectura, planes piloto de lectura, librobuses, bibliotecas de Normales, Universidades rurales, centros de secundaria, escuelas de ciencias del mar y a público en general.
(Foto: presidencia)
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