VOLVER A SONREÍR ©
Daniel Cortez
Comienzo nuevas notas en la libreta de mis latidos, en busca de un lugar para hacer nuevos lazos, nunca he sido de huir, ni me causa prejuicio el presente. Hoy estoy construyendo un momento para renacer y existir nuevamente, no tengo temor de recoger mis cenizas e incendiarme otra vez mientras las llagas consumen mis manos y poder rehacer mi mundo. Muchas veces es necesario comenzar de cero y dejar sin huéspedes al corazón para calmar el fuego.
No, hoy no tengo porque sentir miedo, el clima, el tiempo y el aire indican comenzar de nuevo, el viento vuelve a dar un rumbo distinto, no dejaré que el presente me atemorice si no se dan las cosas como quiero, no es la primera vez que tengo que arrancarme el alma para continuar el camino. Quizá mañana haya que desgarrarme las venas y sentir dolor para volver a vivir, no me puedo permitir que la séptima vida se pierda sin haber sentido. Esto suena a testamento, a frases vacías, a un tiempo sin respirar, pero no lo es. Hoy es el momento de retomar el rumbo.
Caeré de pie como lo indica el manual y seguiré cauteloso los pasos, las lágrimas marcaran la limpieza de los ojos, de mi cuerpo, de los sentimientos que se perdieron en una ilusión, tal vez mañana ya no haya un futuro, por ello guardaré en algún rincón mi pasado, no olvidaré quien fui para reiniciar el presente, pero si mutilaré lo que me encadena, volveré a ser un alma libre, mi corazón continuará latiendo, aunque mis arterias ya no contengan sangre.
No, esto no es un testamento, es un giro a la vida, a los sueños, es un momento para permanecer, para encontrar al pulso agitando un pecho, para sentir, para seguir, y nuevamente, volver a sonreír.
