Aranxa Solleiro
Un hilo conductor identificable en ellos, contemplando características físicas, proveniencia y tipo de vestimenta. “Creemos que somos solamente o la mayoría de los que sufrimos esto, personas de bajos recursos, desconociendo sus leyes y los derechos a los cuales tienen acceso para que se aseguren que no vamos a pelear o ni siquiera tendremos la posibilidad de conseguir un abogado y nos ayude”. Dicho así por una de las integrantes de los cinco colectivos que piden justicia para las personas presas injustamente en las cárceles de la entidad mexiquense.
Después de que arrebataron de sus cabezas sus trenzas, sus colas de caballo y su pelo entero, derramaron sangre frente al espacio judicial que no ha demostrado una decisión firme e iluminaron la Plaza de los Mártires con velas representando el alma de sus seres queridos, las mujeres, varones y niños emanaron con un amor intenso en sus pupilas por sus hijos, hermanos e hijos, el hartazgo de no obtener una respuesta por parte del gobierno para dar atención a sus demandas.
Un hartazgo cuyo fin es reproducir una de las mayores expresiones de protesta en el mundo: la realización de una huelga de hambre indefinida, la cual contemplará, en un inicio, la participación de Karina Rivera (42 años), Maribel González (45 años), Edith Paz (48 años), Celia Arroyo (55 años) y Olga Téllez (72 años), madres y hermanas de las víctimas.
“Esperamos que el gobernador tenga el interés de atender lo que se pide a través de esta acción, y convocar también con esto al Congreso y Poder Judicial para la instalación de una mesa de justicia para la libertad de los presos. Las compañeras han venido a ofrecer su vida, después de dar su cabellera, después de dar su sangre y siguen sin hacerles caso.” Mencionaba Antonio fuertemente, el representante del Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero.
Con un grito envuelto en nudos, proclamó: “¡huelga de hambre vencerá!” Los familiares, amigos y conocidos, inundaban sus ojos de lágrimas suplicando por tener pronto a Héctor, Daniel, Silvia, Jorge y Miguel, por dar solo unos nombres.
“Ya de aquí no nos van a mover hasta que tengamos cerca a nuestros seres queridos. Mi hermano Daniel Plácido Arroyo, fue detenido sin tener una razón justificada, ni siquiera conocemos a la persona que se supone a la cual le hizo daño. Ya tiene seis años preso, no merece estar ahí como muchos otros por los que estamos aquí. Ya se aprobó la Ley de Amnistía, ¿por qué no la aplican? Si nos llega a suceder algo, daremos toda la responsabilidad al gobernador Alfredo del Mazo Maza, porque ya nos cansamos, ya hemos hecho todo y parece que no le importa nada, ni siquiera si perdemos la vida”. Aseguró Leidi con un latir explosivo de su corazón.
Las cinco huelguistas que iniciaron el día 12 de agosto del presente año, tendrán la posibilidad solamente de consumir líquidos y miel, esperando que más personas se sumen a ellas. Ante el esfuerzo que representa la acción, Antonio mencionó que se tendrá a grupo de protección a la salud al pendiente de ellas y quienes en un futuro se instalen, para salvaguardar su salud y condición.
“Después de seis meses nos dieron la cita para hablar con el gobernador y poder tener una solución a esto, pero hoy al inicio del día, nos cancelaron, por eso todos los colectivos tomamos la decisión de hacer la huelga.” Puntualizó Leidi.
El sitio donde permanecerán es conformado por un enlonado, teniendo en su interior, camas improvisadas de madera y colchonetas amortiguadoras de la rudeza de las tablas, cobijas que cada una de ellas portó y un alma flamígera de entregar hasta el último porcentaje de oxigeno en sus bronquios.
Con el beso sobre la lona dibujando la fotografía de su hijo, Maribel llora por una incontable ocasión en su vida desde aquella tarde en la que su hijo fue capturado, la atención de su oración al cielo se repetirá nuevamente hoy por la noche: volver a abrazar a su hijo.
(Foto: Aranxa Solleiro)
