En México se estima que dos millones de personas padecen Trastorno Afectivo Bipolar del cual no hay tratamiento único y, pese a los avances de la ciencia, actualmente no tiene cura.
Miguel García Conejo
De acuerdo con psicóloga de la Clínica del Hospital IMSS Bienestar de Amanalco, Ariadna Escutia Díaz, según la evidencia documental no hay un factor que dispare la enfermedad, solo con una constante el factor genético hereditario.
Explica que los pacientes de esta enfermedad tienen episodios maníacos, y de contrastes y cambios repentinos en su humor; es decir pueden viajar de estar en felicidad excesiva con episodios depresivos o episodios “mixtos”.
En el marco del Día Mundial del Trastorno Afectivo Bipolar que se celebró este martes, detalló que lo que podría ser normal en todas las personas, en estos pacientes estos episodios pueden durar una o dos semanas y, a veces, hasta más.
“A lo mejor por el juicio social muchas creemos que o les inyectamos que ‘están locos’ y estos les cohíbe el poder tener un seguimiento realmente favorable, porque ellos pueden continuar su vida, obviamente con tratamiento y, en algunos casos, hay hasta internamientos, porque sí pueden llegar a tener incapacidad para llevar su rutina diaria o pueden llegar a adaptarse, dependiendo del tipo de severidad del caso”.
Con ello, advierte que el trastorno bipolar, antes conocido como maniaco-depresivo, es una enfermedad mental que genera fluctuaciones en el pensamiento y conductas que llegan a interferir con la vida diaria del paciente, por lo que la mayoría de las veces los incapacita en caso de no recibir tratamiento y medicación.
“Con mayor frecuencia se llega a presentar en la adolescencia, en la adolescencia en un rango de edad, en adulto joven que es cuando las personas tienen mayor funcionalidad y están más presentes en actividades importantes que generan mayor angustia, sin embargo, se puede presentar en cualquier etapa de la vida”.
Cuando una persona tiene un episodio maníaco puede sentirse muy “animada” o feliz, nerviosa o acelerada, pero cuando entra en la depresión, presenta trastorno de sueño y de alimentación, siente como que no pueden disfrutar de nada, de ahí el riesgo.
Se afirma que hasta hace poco el diagnóstico de trastorno bipolar se daba en personas mayores de 30 años, pero en la actualidad se encuentra a edades más tempranas.
(Foto: web)
