Aranxa Solleiro
Caminando tras el Mercado 16 de septiembre, Rubén de 35 años percibe un ambiente de inquietud, camina despacio observando cada esquina, iluminadas por un poste de luz que cada día se ven mayoritariamente carcomidos por el tiempo e hila su aspecto a la calle del considerado barrio bajo de la ciudad.
Lleva cargando una bolsa del mercado para el alimento semanal. Son las 6:45 de un atardecer congelado, con nubarrones en el cielo poco a poco debilitados por el ocultamiento solar.
Rodea comercios de tlapalería. Don Juan, dueño de la Ferretería a dos cuadras de su hogar, le saluda con un rostro angustiado por los tiempos que se viven. Avanza apurando el paso, no quiere que el nocturno de la luna lo abrace, sabe bien que su colonia es insegura y podría poner en riesgo su vida.
Mientras camina, se escucha en la calle paralela dos balazos, alguien grita, es la voz de una mujer, no mayor, sino joven y de inmediato, se abalanza un silencio inaudito. Corre entre misceláneas y sastrerías instaladas desde los años 70, abre el portón de su casa con el corazón desbordado y recita “antes no se veía tan seguido esto, ya no aguanto más, un día de estos me van a matar.”
La mujer fallecida se reproduce bárbaramente con fotografías periodísticas, la mujer tenía 28 años, llevaba a su hija de cuatro años de la mano y el caso, por supuesto, permanecerá impune.
La ciudad de Toluca, específicamente la zona céntrica, presenta una división de zonas consideradas de bajo y alto riesgo. Durante la pandemia el rojizo del alto riesgo se ha intensificado, según lo puntualizado por la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) 2021 del INEGI, la percepción de inseguridad en la población residente de la capital mexiquense es de 79.5 %, por lo que confluir en sitios donde Rubén habita, se convierte en momentos de peligro.
Si se dividiera al espacio como lo teorizado por Edward Soja (2008) en la trialéctica del espacio urbano, tendríamos a la Espacialidad: siendo la percepción física del espacio, es decir cómo los bienes materiales subyacen en el territorio (edificios, casas, parques, entre otros). Socialidad: siendo las políticas y reglas impuestas por políticos y empresarios (tiendas departamentales, centros comerciales, mercados, negocios, etcétera) para que la sociedad se desplace en el territorio para el consumo. Historicidad: interpretado por el tiempo vivido en un espacio y su sentir respecto a un antes y un después en un destino. El fin teórico es entender las barreras simbólicas y conversiones del espacio, que derivan comúnmente en una división de clases y desarrollo de problemáticas sociales afectando el mejoramiento citadino.
Jimena Escudero (18 años), menciona que el centro de Toluca es cada día más vandalizado por grupos sociales: “cada día se nota más la venta de drogas en las calles, si pasas por las más chiquitas lo puedes observar mejor.” Las zonas donde ha notado más venta de drogas son: Mercado 16 de septiembre, calle Lerdo de Tejada y la Colonia Sánchez.” Enfatizando: “aunque le digas a la policía, no pasa nada.”
La Espacialidad de la ciudad toluqueña se conforma por 47 delegaciones de acuerdo al Mapa Territorial, siendo Santa Ana Tlapaltitlán, San Sebastián, San Mateo Otzcatipan, Felipe Chávez Becerril, San Pedro Totoltepec, Santa Cruz Atzcapotzaltongo y la Colonia del Parque las consideradas más inseguras, con base en el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública en diciembre 2020, expuesto por el medio ADN.
Feminicidios, hurto y asesinatos son los casos delictivos de mayor percepción, presentando un gran porcentaje en comercios, por ende la teoría de la imposición de reglas por políticos y empresarios en la Socialidad del espacio, ha sido disruptiva auspiciando el control de bandas vandálicas.
En cuanto a la Historicidad del espacio, Doña José Heredia (77 años) argumenta: “me siento con miedo de salir a cualquier hora, cuando llegué a vivir aquí en el 75 (Colonia Centro), la vida no era así, podías salir en la noche a caminar, por mucho te encontrabas con algún borrachillo pero no más. Hoy a todas horas le pido a Dios me proteja,”
Sin embargo, Mariana González (27 años), quien vive en la zona residencial de Colón, considerada de las más seguras, comparte: “no, ya no somos privilegiados de tener un buen ambiente, ya se escucha que a cualquiera se le roba. En mi calle hace dos meses robaron la casa de un vecino y se ve más a la Guardia Nacional rondando, aunque parece no ser suficiente. Mis abuelitos que han vivido aquí desde siempre, me dicen que ya no les gusta, que se sienten intranquilos porque cada vez se pone más terrible todo.”
La experiencia vivida y recuento histórico de los ciudadanos cambia constantemente, el comportamiento antisocial y la escasa atención de los cuerpos políticos y de seguridad impiden un progreso social y una propicia trialéctica espacial. Sin importar la división de clases, el malestar de las personas habitando en las zonas consideradas de alto o bajo riesgo en Toluca, parece ser equitativo, por lo que la producción del espacio rechaza una teoría ideal del ya mencionado Edward Soja.
(Foto: Aranxa Solleiro)
