Eric Rosas
Liderar con verdad y ciencia
Hace apenas unos cuantos días tuvo lugar el cambio de administración federal en nuestro país vecino del norte, los Estados Unidos de América. El sábado previo a su toma de posesión, el ahora cuadragésimo sexto presidente estadounidense, Joseph Biden, dio a conocer los nombres del más cercano equipo de científicos que le ayudarán en tareas de asesoramiento en temas relacionados con la ciencia y la tecnología. Al frente de este grupo de asesores, Biden nombró al matemático y genetista Eric Lander como el jefe de la Oficina de Política de Ciencia y Tecnología, pero, además, y por primera ocasión para un gobierno federal en ese país, el nuevo mandatario anunció que presentará una iniciativa para que tal cargo que el doctor Lander ocupa desde el veinte de enero pasado, sea elevado a nivel de Gabinete.
La designación del doctor Lander llena un espacio que había permanecido vacante durante los dos últimos años de la administración anterior, enfatizando con ello la importancia que Biden le confiere a este actividad sustancial para la vida pública, pero su decisión de elevar el rango de esta encomienda, respalda la intención del mandatario de regresarle a la ciencia el lugar central que debe tener como soporte de la toma de decisiones en cualquier sociedad moderna y con visión de futuro. Para que su mensaje no dejara lugar a dudas, en su discurso, Biden remarcó su respeto por la ciencia y dijo que “[Ellos – refiriéndose a la administración que encabezará] van a liderar con ciencia y verdad.”, pues “[Ellos] creen en ambas.”; frases que fueron igualmente recibidas como auténticos bálsamos, luego de que, durante los cuatro fatídicos años anteriores, a diario se profirieron sin el menor pudor desde la Casa Blanca, mentiras hasta de las más absurdas y se despreció al conocimiento científico y a los practicantes de sus distintas disciplinas. Actitud que quedó evidenciada con total claridad con el pésimo combate a la pandemia.
Con el equipo de científicos que liderará Lander, y en el que estará acompañado de Alondra Nelson como subdirectora para Ciencia y Sociedad, así como de María Zuber y Frances Arnold como copresidentes del Consejo de Asesores de Ciencia y Tecnología del presidente, Biden anunció que enfrentará serias amenazas para su nación y para el mundo entero, de hecho. Se enfocarán en atender la crisis climática; en impulsar la innovación que detone avances en la tecnología industrial; en fortalecer la economía; por supuesto, en afrontar la urgencia que representa la pandemia por la covid-19; pero, lo más importante es que le devolverán a la ciencia y la tecnología el lugar primordial que siempre han tenido para el desarrollo del país vecino, y que sirvieron de pilares para que se convirtiera en la hegemonía que es.
No tengo la menor duda de que los Estados Unidos de América paliarán muy pronto las afectaciones en salud y economía, amplificadas por el mal manejo que la administración precedente le dio a la pandemia. Con ello la ciencia se reivindicará no sólo ante la sociedad estadounidense, que rápido verá sus contundentes beneficios, sino ante todo el mundo, que podrá contar con un claro ejemplo de cómo el conocimiento científico puede resolver efectivamente los problemas que enfrenta cualquier sociedad. El liderazgo de Biden hará un nítido contraste con aquellos gobernantes que aún se niegan a respaldar con bases científicas las decisiones que toman y que, en lugar de ello, insisten en mentirle a su población y se empecinan en torcer la realidad para ajustarla a sus intereses exclusivamente electorales.
Lo anterior, dicho sin aberraciones.
