Pese al semáforo epidemiológico en rojo, en la zona norte, especialmente en la delegación de San Mateo Otzacatipan, la vida continua normal, la gente se reúne en torno a la plaza delegacional y viven sin miedo al virus, pese a las muertes que consigo ha acarreado.

Miguel García Conejo

Hasta la semana pasada 147 vecinos murieron en esta delegación ubicada al norte de la capital mexiquense, pero hay quienes se niegan a usar el cubrebocas o a creer en la letalidad del coronavirus.

Al norte del municipio, los negocios no esenciales no dejaron de operar la primera vez que la entidad estuvo en semáforo rojo, escenario que se replicó este sábado, incluso a lo largo de la emergencia se ha denunciado la realización de varios y fiestas masivas.

La gente ríe mientras algunas familias entierran a sus víctimas de la pandemia, pese a que son vecinos, los efectos de la pandemia parecen no hacer eco en la zona.

Cabe señalar que, desde el anuncio del nuevo semáforo rojo en el estado, en la capital mexiquense, así como en diversos municipios, se han dado hacinamientos en distintos centros comerciales de actividad no esencial, donde difícilmente se conserva la sana distancia.

De acuerdo con información del ayuntamiento de Toluca, de no haber un cambio en el comportamiento de la gente durante estas fiestas decembrinas, se prevé que entre diciembre y febrero mil toluqueños más mueran a causa de este nuevo virus.

El llamado de las autoridades municipales, estatales y federales, es a no bajar la guardia, pues la reunión de hoy podría convertirse en un funeral o en largos días en una cama de hospital.

(Foto: Miguel García Conejo / L. H. S.)