Don Damaso
“Un hombre pierde contacto con la realidad si no está rodeado de sus libros”. Francoise Miterrand.
UN IMPERFECTO MORTAL Y UN PERFECTO MORTAL.
DIEZ NEGRO: Digno de minuciosos y profundos estudios sociológicos y psicológicos fue lo observado en ocasión del fallecimiento de Diego Armando Maradona. Un imperfecto mortal y un perfecto mortal. Prácticamente la mayoría de los periódicos del mundo occidental, le dedicaron las ocho columnas de sus primeras planas y, muchas en interiores, al menos los tres días posteriores a su muerte. No son pocos los Millenials que llevan el nombre de Diego en honor a la mano de Dios y a la jugada magistral sin parangón, que culminó en el segundo gol para Argentina en el Mundial México 86.
Me llamó la atención leyendo el periódico español El País, la editorial que Boris Izaguirre tituló La paradoja y el estilo. Contacto estrecho. “Para mí, Maradona forma parte del mismo equipo que integra Trump, Boris Johnson, Nicolás Maduro y a esos líderes políticos de extrema derecha o izquierda que regatean en nuestra actualidad. Porque Maradona aprovechó sus inmensamente populares éxitos deportivos para construir un ser humano hecho de resentimiento, extravagancia y esas dolencias que han convertido el discurso populista, demagógico, en una realidad que llenan estadios”.
De que llenan estadios y urnas, no hay duda; pero vaya paradoja, no llenan las expectativas de la mayoría de los ciudadanos a la hora de gobernar, por mucho que en democracias imperfectas, una mayoría de electores les hayan dado su voto. Por eso dicen que la pandemia les vino como anillo al dedo, para ocultar sus ineficiencias.
Nada que regatearle por su desempeño dentro de la cancha o como entrenador de los Dorados de Sinaloa, los “culichis” lo recuerdan con un gran aprecio y reconocimiento. La magia de Sinaloa, motivó en el astro mundial del futbol una empatía y amor inusitado, hizo varios donativos a una organización de aquel estado mexicano que ayuda a niños enfermos de cáncer, además de convivir en varias ocasiones con niños y niñas sinaloenses como lo consignan las fotos que Maradona publicó: “No sabía si subirlo, porque estuve leyendo algunos comentarios y la verdad es que las redes sociales no tienen nada de social. Al contrario, la gente sólo escribe barbaridades. Pero bueno, yo espero que sean respetuosos…” y ya para que lo escribiera en instagram el más fiel amante de la pelota.
Diego Armando, fanático de Fidel Castro y del “Che” Guevara, usaba cubrebocas y no andaba con tonterías de inadaptados. “Hoy salí de mi casa con esta máscara, que me recomendó el doc. Es la misma que usan algunos médicos. Lo hice por obligación, y por respeto a todos los fallecidos por COVID. Y me encontré con algunas burlas, de grandes, de chicos, y de algunos periodistas. Esos periodistas que te critican cuando no te cuidas y cuando te cuidas, también. Esos que se ríen de gente como yo, pero cuando dan la cifra de muertos, se escandalizan. Sería bueno que entiendan que no se puede vender a toda costa, sin respeto por nada, ni nadie. Pónganse de acuerdo, muchachos.”
A pesar de sentirse de la izquierda, cuidaba de no cometer algunas sandeces dignas de algunos populistas, como las de no usar cubrebocas y quitar el apoyo presupuestal a los niños aquejados por el cáncer. Ese Maradona , sensato, sensible y solidario con los niños enfermos de cáncer, que usaba cubrebocas manifestándose respetuoso por todos los fallecidos de COVID, ese de las genialidades sobre el césped como el segundo gol contra Inglaterra en el mundial de 1986, sí que fue ejemplar. Yo me quedo con este Maradona.
AS BAJO LA MANGA: Hablando de cajas y lecciones, no hay ni asomo de comparación entre la “caja idiota” y la “caja de resonancia” que no se puede silenciar como lo expresó en la inauguración de la edición 34 de la Feria Internacional del Libro, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro.
“En estos tiempos aciagos en que lo peor de nuestro pasado aparece todos los días muy temprano disfrazado de futuro prometedor, en tiempos en los que los dichos valen más que los datos, en los que la verdad y la mentira se confunden, tiempos en los que el libro, la ciencia y la academia son ignorados, atacados y desplazados por dogmas de fe, estamos obligados a dar una batalla por la defensa de las ideas y de la razón. Eso representa también la Feria Internacional del Libro de Guadalajara: una caja de resonancia que no se puede silenciar”.
“La literatura nos permite distinguir entre ideologías totalitarias y formas de pensamiento que nos liberan… La literatura nos conecta y nos hace abandonar las categorías cerradas de lo correcto y lo incorrecto, de las izquierdas y las derechas, de los de aquí y los de allá. La literatura es, en sí misma, un acto de emancipación”. Concluyó con una frase tomada de uno de los libros que el gobernador citó en su discurso:
¿Cómo evitar que la libertad recuperada no sea como el huracán que todo lo arrasa y amenace destruir lo que merece conservarse?
Francois Miterrand, Memorias interrumpidas.
