2020-11-28-grafografxs-presenta-walter-benjamin-en-un-club-acuatico

grafógrafxs presenta: Walter Benjamin en un club acuático

Israel López Solano

 

Walter Benjamin en un club acuático 

Prueba con olanzapina 

Ensaya estructuras mientras nada    

  1. Bart Simpson y Mary Spuckler en Okinawa, en una rave  

Puestos en Hoffman´s 

A Bart le enternece el trastorno bipolar de Mary 

Y sus tobilleras, que bien podrían convertirse en anguilas  

Se mantienen de pie  

Rechinan los dientes 

Se perciben de plastilina  

Gotean  

  1. Lisa Simpson y Mercedes Grabowski maquillándose en el backstage  

Escuchan un cover Synth pop de Bitter Sweet Symphony 

Protagonizan una versión alternativa de Barton Fink el vengador 

Tienen  antenas de la frente  

El set de grabación es una nave nodriza  

  1. Bart Simpson en Manhattan 

Limosnea en el tren subterráneo   

En el antebrazo del muñón tiene una planta nuclear en estilo americano    

Afuera todo está congelado  

En el club no hay nadie, en la piscina no hay luz; Walter está solo  

*   

Walter Benjamin prueba con risperidona   

Juega The house of the dead 

Persigue zombies  

Descuartiza zombies  

Juega Street fighter en un arcade 

Impacta un Shouryuu-ken en Sagat; lo asesina  

Impacta un Hadou-Ken en M. Bison; lo asesina  

Arroja esculturas antropomorfas  desde un helicóptero 

Esculturas pequeñas, de vidrio  

Ejecuta una rutina de yoga en la plaza pública 

Tadasana, 15 tiempos 

Utkatasana, 15 tiempos 

Adho Mukha Svanasana, 15 tiempos  

Virabhadrasana, 15 tiempos 

Bhujangasana, 15 tiempos  

Balasana, 30 tiempos  

 4 círculos 

 4 variables 

Walter Benjamin  prueba con pontiride  

Visualiza el acontecer  en cámara rápida  

Recita fragmentos del Talmud 

Canta en una piscina vacía  

Canta en un aljibe vacío  

Canta en un autobús del trasporte público  

Canta en el mercado municipal  

Canta en una ambulancia  

Canta en los interiores del rastro municipal  

Va cantando y bailando en los bulevares, se mueve como un robot   

Encuentra leones, los desmelena  

Encuentra elefantes/escribe kanjis en sus orejas   

silabarios hiragana y katakana en las probóscides [con un pilot morado]  

Encuentra tortugas/les besa las mejillas/pinta bonsáis en los caparazones  

Encuentra caballos/ los alimenta/los escucha resoplar/les trenza las crines 

Encuentra vacas/ las mira pastar/las ordeña/bebe la leche/ derrama la leche  

Encuentra tigres de bengala/los siente ronronear/les acaricia las pestañas  

Encuentra bisontes/ les limpia los ojos/los abraza  

Encuentra pangolines,  les mece las escamas, los desenrosca  

Walter el constructor 

Consume asenapina 

Pasea en patineta  

Ejecuta  un kickflip 

Ejecuta un heelflip 

Reproduce mentalmente la melodía que usan los carritos de helados para anunciarse  

Se pregunta por el aspecto de su sonrisa si le faltaran los dientes frontales  

Se pregunta si se taparía la boca al hablar o al reírse  

Hace un muñeco de nieve; lo derriba  

Hace un castillo de arena; lo destruye 

Diseña una maqueta, arquea los edificios; patea la ciudad 

Contiene una presa con piedras, simula  la guerra con lanchitas de papel; la destruye  

Instala un negocio, lo trabaja, lo consolida; lo inunda  

Construye una casa de verdad  

Estudia la disposición  del espacio  

Estudia las entradas de luz  

Estudia las entradas de aire 

Estudia los desagües   

Rompe los cristales; la pulveriza 

*  

Walter explora  la deriva latinoamericana 

No le teme a nada, ni tiene ya nada   

Ve boxear a Prichard Colón  

Ve boxear a Edwin Valero 

Ve boxear a José Carmona 

Ve boxear a Salvador Sánchez  

Le divierten los peinados y las piruetas de Jorge Páez  

Garabatea en el suelo: Historia, vitalidad política, colonialismo cognitivo, el inconsciente óptico en los sueños  

Calles  que son lodazales 

Calles que son basureros 

Planicies  de asfalto  que son manicomios  

Planicies de asfalto que son carnicerías 

De cierta manera todos huérfanos  

Walter escucha disparos 

Decora sus botines con estoperoles 

Explota  botellas en las paredes de un baldío  

Se quita el cabello  

Se pinta la cara y la cabeza con un aerosol cromado 

Mezcla todo con pegamento amarillo   

Respira treinta y seis minutos 

Alcanza un conejo  

Lo siente temblar  

Alguien trata de detenerlo  

Walter lo ignora  

Sabe  que lo único que le importa es el aroma en el interior de  la bolsa  

Espera a que nadie lo vea  

Disminuye el mundo 

Sube a la espalda del animal  

Cabalga 

Cabalga  

Cabalga 

No vuelve  

Pablo el jabalí  es un amigo de la facultad bastante particular por el hábito que tiene de relacionarlo todo con Walter Benjamin, por su manera de carcajearse y porque frecuentemente le sangra la nariz; es común verlo metiéndose bolitas de papel higiénico en las fosas nasales. Me marcó un miércoles en la noche. Me platicó, entre otras cosas, que motivado por la búsqueda de nuevos registros de lectura y por el fastidio que sentía hacia la fiebre Roberto Bolaño se unió a un taller de poesía sabatino, en Toluca. En una de las sesiones un tal Sergio dijo algo que le desarmó la cabeza: encontrar un mecanismo narrativo y reproducirlo hasta el exceso, saturar el tejido, explotarlo; ¡derivamos a máquinas! es una metáfora y no, ¿entiendes?, más o menos, dije, hablas algo descolocado, sin un eje definido; exactamente  de eso se trata, respondió, de detonar el centro o esconderlo o al menos distribuirlo de otra forma, me cuesta explicarme, pero la clave radica en identificar los traslados, y en saber leerlos, el horizonte objetivo es pura ficción, aguántame poquito, me está saliendo sangre de la nariz, ya me manche la playera y es blanca, ahorita te hablo [se carcajeaba con la i]. Más tarde mandó un mensaje:  La infancia como un terreno baldío, la infancia como pistolas de agua, la infancia como pelotas de aire, la infancia como apostar la última moneda  y perder en primera [con Zangief], la infancia como mochilas que huelen a lápices y a tortas de jamón, la infancia como ponerle nombre a tu bicicleta, como atorarle un bote de plástico en la tijera  para que suene como una moto, la infancia como un isla deshabitada, la infancia como una colmena abundante, la infancia como jugar en un campo de tierra, meter un gol con unos tenis rotos, correr a festejar, y sentir en el cuerpo la épica de Diego Armando Maradona.   

Israel López Solano (León, Guanajuato, 1986). Estudió Historia en la Universidad de Guanajuato. Prepara la tesis “Desollamiento humano entre los mexicas durante el Posclásico tardío (1200-1520 d. C.)”. Tiene una pequeña galería para fumadores. Actualmente trabaja en la edición del fanzine Ratas con pelo de hongo. Forma parte del taller de poesía de la revista Grafógrafxs. 


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