2020-11-23-identidadcomunidad-y-respeto-cementerios-y-pueblos-originarios

Identidad,comunidad y respeto, cementerios y pueblos originarios

Desde el mundo prehispánico la importancia de espacios para conservar los cuerpos de los difuntos es un símbolo cultural de suma representación a la identidad de la comunidad.

Aranxa Solleiro

En México se acostumbraba enterrar a los grandes Dioses debajo de pirámides que eran consideradas una especie de acto honorífico a su relevancia con el pueblo, ya sea por sus aportes sociales, económicos y ambientales. 

Posterior a la conquista española, el hacinamiento de cementerios comenzó a tener diversos estilos no solo en el tipo de arquitectura, respecto a la introducción de las lápidas, sino también en la adopción de tradiciones y rituales. La mixtura entre religión católica y el respeto y amor por los Dioses prehispánicos.

No obstante, para las comunidades indígenas, la significación de panteones, subyace en la reafirmación de territorios. A través de ellos se delimita su espacio territorial, de la misma manera en la que hacen valer sus derechos como habitantes y la conservación de sus creencias. 

Los cementerios, término que proviene del griego “koimeterion”, aludiendo a “dormitorio” en español, permite que locatarios indígenas, conserven en ellos, sitios sagrados, pues no solo son un espacio donde permanecen los restos de sus antepasados o el legado que heredaron, sino también de una memoria iconográfica de las distintas luchas que han pasado a lo largo de los años, entendido por la resistencia a despojos, conservación de la memoria a la relevancia histórica de integrantes, así como a la resiliencia del paso de pandemias y olas de enfermedades en distintas épocas como la presente.

No obstante, por imposiciones de fuerzas de poder en el territorio entendido como la administración de nuevos gobiernos en los municipios de los cuales dependen, la significación cultural vinculada a su creencia o actividad espiritual, se ve perpetrada, pues en distintas ocasiones se daña al territorio solo con imposición de nuevas reglas y normas.

La comunidad Misión de Chichimecas, conserva en su panteón un sincretismo de culturas que incentiva la relación entre miembros de su territorio, además de la conservación de tradiciones, pues en ellos se reproducen rituales al momento de sepultar un cuerpo, que sin considerar su edad o sexo, son respetados por igual y por ende, su objetivo es continuar la enseñanza a generaciones nuevas de su realización e importancia.

El lazo de vivos y muertos para pobladores indígenas, va más allá de solo la multiplicación de tumbas en un pedazo terrenal. De tal manera, el despojo exacerbado por agentes políticos hacia los lugareños, impide la preservación de su cultura y tradiciones. 

Desde el inicio de la nueva administración municipal de la cual depende la comunidad, han tenido que crear comunas para proteger espacios esenciales para su cultura como el cementerio, el cual para ellos es una analogía a un nuevo ciclo de vida y hogar a los difuntos. 

“Los problemas aquí cada vez son más, los jóvenes ya no quieren participar tanto en la conservación de las tierras porque les interesa más irse para el norte y porque ya cualquiera que vende droga, solamente está atento de niños o chamacos que son fáciles para convencer y después se pierden en eso o también los jalan con ellos, entonces pues ya quedamos solo los adultos, los viejos, para cuidar un poco lo que tenemos pero por desgracia tenemos gente de nuestra comunidad que ya está en cargos municipales y por coraje nos quiere quitar nuestros terrenos o lo que tenemos, en lugar de ayudarnos. Los jóvenes se cansan, cada vez ven menos oportunidad de dedicarse a algo bien, al campo, a la cosecha, no solo porque los convence más la droga sino porque cada vez nos quitan más. En este sentido, nuestro panteón se va deteriorando, porque familias enteras se han ido y dejan aquí sus muertitos, nada más se echa a perder la tumba y somos menos, nuestras tradiciones se pierden.” Comentó Hilario García, perteneciente a la comunidad.

Los integrantes de la comuna se organizaron para cuidar día y noche los espacios de relevancia, incluido el cementerio, empero, se han incentivado disputas, pues agentes municipales desean apoderarse del territorio del panteón, por lo que lo consideran un acto deleznable a sus tradiciones y esencia indígena.

“Cada vez se vuelve más difícil, somos de las pocas comunidades que conservan sus tradiciones y que ya ni siquiera nos dejen organizar y estar al pendiente de nuestro panteón, que consideramos un lugar muy importante, pues sí creo que es muy grave, ¿ya qué valor nos dan? O ¿de plano quieren que nos desintegremos?” Argumentó integrante de la comunidad. 

Para los chichimecas, así como para los 67 pueblos indígenas registrados en el Sistema de Información Cultural del Gobierno de México, la muerte no es sinónimo de fiesta y terminación, sino de conservación a las raíces heredadas por sus ancestros. Los cementerios entonces, son catalogados como templos sagrados, su pérdida y apropiación externa, menoscaba su riqueza social y cultural.

(Foto: Aranxa Solleiro) 


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Nacional
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