El evento WordFest 3.0 realizado por la Secretaría de Cultura del Estado de México, inició sus actividades el día 12 de agosto con una serie de talleres y conversaciones dadas por especialistas en el sector literario a partir de las 9 de la mañana hasta las 6 de la tarde. Con el principal objetivo de potenciar la práctica de la escritura y lectura a quienes se sientan atraídos por ello.
Aranxa Solleiro
Así, los escritores Mariana Hernández, Julio Trujillo y Benito Taibo participaron en un panel moderado por Ivett Tinoco, Mauricio Montiel y Juan Carlos Muciño, exponiendo ideas acerca de los usos creativos y destructivos de las redes sociales y cuál ha sido su papel en el tiempo que vivimos.
Mariana Hernández inició mencionando el mal uso de las redes sociales, sin aprovechar correctamente la exposición de trabajos relevantes de escritura, en lo que respecta a creadores literarios. Sin embargo son fundamentales para persistir en conexión con la sociedad, incluso a pesar de la distancia.
Por otra parte, Taibo comentó que la pandemia ha permitido a los escritores expandir su tiempo de escritura. Siendo ellos de los más acostumbrados a herramientas de computo las cuales aluden al desarrollo y creación de ideas literarias. El escritor aseguró que ha sido capaz de escribir 10 capítulos de su más reciente obra, por lo que se siente optimista respecto al confinamiento.
El tiempo de la cuarentena, ha dado un acercamiento a la sociedad de lo que significa el trabajo de un escritor, resumiéndose en estar en su mayoría solos y en un sitio que condescienda el estar aislado.
Julio Trujillo argumentó por su parte, que el uso que le dé cada persona a las redes sociales, conduce a momentos en problemáticas de agresión o violencia, empero, también puede ser un sitio permisible de compartir ideas y creaciones literarias al público y percibir si ésta puede ser de agrado o no para él, enfatizando que puede ser un medio de autopromoción.
El tiempo de encierro, es una puerta para que un gran número de la sociedad perciba un mundo con nuevas herramientas, hábitos y mejores conductas y de identificar cuestiones que pudieron ser dañinas durante varios años atrás.
En otro sentido, el mantener una distancia social ha sido causa de una intensificación en la soledad de las personas, argumentó el poeta Trujillo. Quien recalca que en el presente cada vez es más común que a la gente le sea –en un sentido normalizado- la poca interacción física con los demás.
En cuestión del anonimato que permite las redes sociales, es una problemática que subyace en la violencia hacia los demás. “Somos otros, estamos expuestos a mucha violencia pero el anonimato ha permitido que eso permanezca y aumente, por el hecho de que se expresan ideas con personas de ideologías diversas y el número de seguidores virtuales que no conocemos, propicia en ocasiones a generar irritaciones.” Dijo Taibo.
No obstante, otro tema de importancia relacionado al auge de las redes sociales es la perdida de la experiencia colectiva según Hernández, teniendo la población la facilidad de elegir el tipo de lectura o entretenimiento que desean, a comparación de un par de años atrás en donde la sociedad se concentraba en un medio (radio, televisión, revista y periódico) en el cual la mayoría se identificaba, permitiendo una convivencia con quienes tuvieran gustos similares. Hoy por hoy, las redes sociales son una dimensión repleta de bifurcaciones en las cuales cada uno puede elegir su camino sin tener que exponer sus ideas y gustos con los demás para generar vínculos
Lo peor que posiblemente prevalezca detrás del constante uso de las redes sociales es la autocensura derivado de estar expuesto a un constante rechazo o violencia virtual. Argumentó Taibo.
Finalmente, los escritores coincidieron en el hecho de que la práctica de la lectura ha ido en aumento, especialmente por la población joven que ahora tiene un poco más de tiempo libre para enfocarse en escritos de su agrado, sin embargo para otros, la constante invasión de noticias negativas en medios informativos y las propias redes sociales, y el cambio de tiempos dentro de la rutina pre-pandémica, evita que se llegue a un punto de concentración idóneo para llevar a cabo una lectura tranquila y recreativa.
(Foto: Screenshot Aranxa Solleiro)
