Pese a vivir en una casa de cartón enclavada en San Mateo Otzacatipan en Toluca, Norma recibe facturas de energía eléctrica de entre 700 y 4 mil pesos, por lo que pide ayuda pues se le hace injusto el cobro que la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Miguel García Conejo
Con apenas cinco focos, dos televisores y una radio, el consumo de casa es mínimo, pues no cuenta ni con refrigerador ni microondas.
“Una sola vez me ha llegado de 250, pero ya después de ahí me llegó de 926 y fui a ver porqué y me dijeron que porque los niños estaban estudiando en línea y les dije que ni computadora tengo, o sea, ¿cómo van a estudiar?”, comentó.
Por la pandemia, norma se ha quedado sin trabajo debido a que era conserje en una escuela, contratada por los padres de familia, tiene una hija con epilepsia y una hermana discapacitada, aun así, la mayor parte del ingreso familiar se va a pagar las cuentas de luz y la reconexión, pues siempre paga a destiempo.
“Como no tengo los recursos, me tengo que esperar, como a mi hija le compro medicamentos, a mi mamá, o sea, o es o pago la luz, o pago medicamentos, y hasta ahorita la verdad sí consiguiendo y sí pagamos hace 15 días 726. (…) la verdad aquí es una casa de puros malos, pero sí, pues no tenemos a veces que amarrarse uno la tripa”.
Para Norma, la situación de los cobros de luz, la falta de empleo y recursos electrónicos, podrían significar la deserción escolar de sus hijos, pues no tiene cómo apoyarlos para que continúen las clases que se transmitirán en televisión.
En su casa resalta una antena de televisión de paga, pero nunca pudo pagarla, así que sólo la utiliza para sujetar el tendedero, pese a todo, sólo pide que la CFE le haga cargos justos pues su casa es humilde y sus recursos pocos.
(Foto: Miguel García Conejo)
