“He verificado con frecuencia que el buen manejo de un error vale más que ciertos éxitos” Francois Mitterrand.
BARAJEANDO: Las mujeres siguen demostrando ser el pilar y sustento de la dignidad priista. El posicionamiento en torno a la adquisición directa de medicinas en el extranjero de la Senadora Beatriz Paredes es el mejor ejemplo de ello: “No avalo una política de salud del Estado, ineficaz y sin rumbo” y concluyó en términos lapidarios: “Por estas decisiones la historia no los absolverá”.
Que mejor definición de los partidos políticos que la que nos regaló Mark Lilla, politólogo e historiador: “máquinas para alcanzar el consenso a través de compromisos”. Urge que los priistas dejen de ver a su organización política como una reliquia del pasado. Este alicaído partido debe escuchar a políticos que no se comporten sólo como políticos de “abrazos y zalamerías”. En la actualidad, ya resultan insuficientes los operadores políticos y alquimistas electorales cuando las contiendas electorales son presas de algoritmos perversos y manipuladores.
¿Los priistas van a dejar seguirse ninguneando? Eso de que toleren que les revienten en Insurgentes Norte los cargos de elección popular y perder un escaño en el Senado que “el partido” le obsequió a advenedizos, lo único que deja ver es que ya se los toman a chunga.
Por cierto, debiera darles vergüenza a muchos políticos de corta memoria y mal agradecidos, hoy encumbrados por Morena, que se llenan la boca blasfemando de los políticos mexiquenses; tan rápido se les olvidó cuando se alegraban de ser invitados a pastar en las verdes praderas del chorizo power y se solazaban sobándole el lomo a la “perra brava” para que les convidara de su manto protector. Da risa leer cuando declaran que el caso Lozoya ilustra a la perfección la forma de hacer política de la escuela Atlacomulco. Deberían de estar agradecidos de las clases de buena política que aquí recibieron y lejos de que se las hubieran cobrado por el aprendizaje, se las pagaron como parte de los muchos escuadrones de fuerzas áreas captados por los radares de Metepec.
Por muchos años, el Estado de México fue reconocido como el granero del país, por años, ocupó el primer lugar en la producción de maíz a nivel nacional. ¿Cuándo se mató a la gallina de los huevos de oro? Pues justamente con esa política de brazos y puertas abiertas para dar la bienvenida a tanta gente que decidió establecer su residencia en suelo mexiquense; entonces, las tierras fueron reemplazadas por cemento y acero para edificar las casas que serían el nuevo hogar de tantos migrantes. Ciudad Satélite fue el detonador de este “boom” de vivienda.
Para fortuna de los mexiquenses, muchos hogares edificados en estas tierras, fueron y son dirigidos por mujeres, luchadoras, unas verdaderas guerreras que han servido y sirven al Estado; no como otros quienes encontraron casa y sustento en el Edomex y hoy reniegan de él, y no sólo eso, se han servido, y lo siguen haciendo, de las bondades de estas tierras y de su gente. En los últimos años, el destino ya le está pasando la factura a los verdaderos mexiquenses…
DOS DE BASTOS: Pues con la novedad que “Lord Lodoya” resultó el “tonto útil”. Por querer jugar en las “grandes ligas”, le ganó la voluntad del tecnócrata que todo lo ve en términos numéricos y de ganancias pragmáticas. Pero como diría el clásico: “ Si le tienes miedo a los fantasmas, no salgas de noche”, también éste es aplicable: “Si no quieres quemarte… no entres a la cocina”.
Ni le hago al juez, ni mucho menos, pero si apelo al más mínimo sentido de agradecimiento a quienes les dieron la oportunidad de “servirse con la cuchara grande”. Como decía la tía Tola: “Quien juega con chamacos, acaba salpicado”.
Estamos viendo lo que resulta cuando se gobierna no con un equipo, sino con un equipaje. El equipo apoya, al equipaje hay que cargarlo y pesa. El equipo sabe su papel, el equipaje es más simple: trata de llenar las alforjas. El equipo tiene valor para decir sí o no y sostenerse, el equipaje pasa de mano en mano. En un país de “machos” no debiera extrañarnos que protejan al traidor y hostiguen a la mujer que estoicamente responde a su compromiso de haber sido considerada en un equipo. “Lord Lodoya” seguramente acostumbrado al individualismo que caracteriza a muchos gusanos de su misma rama, a la primera sacudida del árbol, cayó al suelo y ahora se arrastra buscando una nueva rama para seguir medrando.
Twitter: @dondamaso40
Foto: Esteban Lopez en Unsplash
