Pese a los filtros carreteros y la indicación de no llegar, familias enteras lograron arribar a Chalma, aunque el Santuario permaneció cerrado, ello no impidió que la gente llegara a la zona del Ahuehuete, con la creencia de las aguas que ahí emanan, los protegerían.
Miguel García Conejo
“Si Dios quiere que me muera, me voy a morir”, consideraron que su fe los protegería del COVID-19 o simplemente descartan su existencia.
“Vinimos de la Ciudad de México, sólo vine con mis hijos, y es que el agua de aquí es milagrosa, si nos da el virus, está agua nos sana porque tenemos muchos años viniendo, es nuestra fe”.
De acuerdo con información del municipio, el dicho que miles de peregrinos no llegasen esta Semana Santa significará una pérdida de 5 millones de pesos en derrama económica, pues en su mayoría se venden artículos religiosos, comida y pan en estos días.
Desde hace dos semanas, la Diócesis de Tenancingo tomó la decisión de cerrar las puertas del Santuario del Señor de Chalma para acatar la estrategia de la Sana Distancia, sin embargo, los fieles estaban esperanzados en que se les permitiera llegar, en especial los días Santos, lo que no se logró.
Al respecto, el alcalde de Ocuilan, Vicente Rivera, señaló reconoció que las delegaciones más afectadas fueron Santa Mónica, El Ahuehuete, La Esperanza y Chalmita, pues aunque hubo quienes lograron llegar, las imágenes tradicionales de ríos de gente no se dieron.
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