Barajeando: A la China de Mao, le tomó casi 30 años entender y comprender el fracaso de su modelo económico, responsable de la mayor hambruna en los tiempos modernos que afectó a China al final de la década de los cincuenta, donde se dice que se registraron al menos 50 millones de muertos.
El Estado fue quien lo planeó y ejecutó de manera irresponsable. Como fue el caso ocurrido en la comunidad de Huaidian, con poco más de 12,000 habitantes, al iniciar la década de los sesenta había perdido un tercio de su población. ¿Qué fue lo qué pasó?
Los habitantes del pueblo perdieron el control de su propia supervivencia. De ser un pueblo autosuficiente con unidades de producción agrícola muy exitosas, produjeron al cierre de 1959, 6 toneladas de granos, no obstante ello, los granjeros acabaron por morir de hambre ya que su “dieta” de cortezas y moluscos los dejó en estado de inanición. Mao requisó toda la producción de grano de la comuna, para centralizar la distribución de alimentos a través de la “cocina comunal” gestionada por el Estado; a quienes se oponían a Mao, simplemente les negaban la comida.
El programa de “modernización” que lanzó Mao en 1958 con el nombre pomposo del “Gran Salto Adelante”, tenía como objetivo principal, usar la capacidad del Estado chino para transformar radicalmente al país y pasar de una sociedad agraria rural a una industrial, urbana y moderna. Este programa exigía altos impuestos a los trabajadores del campo, para subsidiar la transformación. (Como en las películas: cualquier semejanza o parecido con nuestra realidad, es mera coincidencia.)
El punto crítico de este tipo de modelos centralistas y por definición “populistas”, no es sólo el riesgo de la escasez de recursos, sino el orden de prioridades en que se asignen, máxime en países en donde los gobernantes tienen como deporte nacional el de la división de los pueblos.
En estos tiempos en donde el mundo está por dictarnos la nueva historia de la humanidad, México no necesita de fantasiosos surrealistas; ocupa de la inteligencia colectiva de todos los mexicanos. ¿Debería un pastor atacar a su propio rebaño?
La libertad emana de un delicado equilibrio de poder entre el Estado y la sociedad. Un poder hambriento y en el frenesí del Hybris, manda señales claras de la imperiosa necesidad de una sociedad cohesionada, movilizada y estratégicamente estructurada para que el sistema de “pesos y contrapesos” funcione.
Ocho negro: En apenas un cuarto del periodo gubernamental a cargo de Morena, ya le ganaron al PRI, con sus setenta años de gobierno, en muchos temas, la mayoría de ellos no como para presumirlos, como es el caso de las frases surgidas de los políticos “caídos de la hamaca”, irresponsables, sarcásticos, irónicos, fácilmente por cada una que “escupieron” los priistas, los cuatreros llevan 20 a tiempos iguales. “Benditas redes sociales”. Juzgue usted.
Cuando en los sesenta, el cacique Gonzalo N.Santos, pronunció la frase que quedó pintada para la posteridad en las defensas del “carro completo” priista: “La moral es un árbol que da moras”; pues les platico que medio siglo después, el país vuelve a los tiempos del “carro completo”, solo que ahora, sin el menor recato, ya sus defensas resultan insuficientes para rotular tantas frases; me quedo con esta para la defensa del trailer sin frenos que arrasa todo a su paso: “El coronavirus vino como anillo al dedo para la transformación”.
Dos de bastos: Lógica elemental: ¿Si se da por válido que la 4T bajó los precios de las gasolinas… entonces la 4T elevó el precio del dólar respecto al peso mexicano?
“ < Me parece, Cavaliere, que usted es algo más
que un hombre de negocios.
< Soy una Salamandra, Coronel… ¿y usted?
< Soy un servidor del Estado… sin embargo no sé lo que es el Estado actual y tengo temor acerca de lo que llegará a ser en el futuro.
< Eso nos convierte en aliados”.
La Salamandra
Morris West
1973.
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