Evelin Cuadros, productora de las tradicionales gorditas de maíz vende todos días en el centro histórico de la ciudad, en espacio en el que este alimento es plural por su demanda y sabor, la historia de estas gorditas data de hace 72 años y comenzó en las afueras de la Basílica de la Virgen de Guadalupe.
Leila Vargas
“Estudio y también me dedico a hacer desde hace 5 años las gorditas tradicionales de la Villa, es una herencia familiar, las hacemos de generación en generación, empezó mi bisabuela, después mi abuela, mi mamá y ahora yo”
Evelin comenta que aprendió desde muy pequeña ya que su madre trabajó en este oficio dese hace 20 años, aprendizaje que le ha ayudado no solo a entender mejor las tradiciones de tu lugar natal, sino como un apoyo económico para seguir sus estudios y en general su vida.
De acuerdo con la tradición estas gorditas siempre deben encontrase en las afueras de las iglesias, es por ello por lo que Evelin, su mamá y en su tiempo su bisabuela vende justo a las orillas de la Catedral de la ciudad.
Estas gorditas se preparan con maíz cacahuacintle, mejor conocido como maíz pozolero, además de mantequilla, azúcar y huevo, lo que resulta en la mayoría de los casos un enigma para quienes la consumen, pero no están seguros de qué ingredientes tienen.
(Foto: Luz Gutiérrez)
