¿Nos Cuesta Tanto Entender que la Contaminación es Suicidio Colectivo?
Cada vez que contaminamos el ambiente, lo hacemos conscientemente, pero además con la convicción de que perjudicará a los demás pero no a nosotros mismos ni a nuestras familias, cuando en realidad se trata de acciones criminales que llevan a la humanidad a un suicidio colectivo.
Es por ello que quien arroja basura en la vía pública no lo hace afuera de su hogar, sino camino a la escuela o al trabajo; quien arroja desechos tóxicos en cuerpos de agua, bosques o reservas naturales, no lo hace en su comunidad sino en la más próxima, en el país más débil o en el paraje más solitario.
Las grandes empresas contaminantes no se instalan en las naciones que aplican estrictos protocolos de cuidado del medio ambiente y severas sanciones a quienes no los respeten, y es por ello que buscan países que se prestan a la corrupción y a la acción criminal de romper con el orden natural de la preservación de la vida.
Gobiernos y gobernantes irresponsables no dudan en embolsarse unos cuantos pesos o dólares y ceder a las presiones de acciones contaminantes que destruyen la belleza natural, agreden el ecosistema, provocan enfermedades y muerte a la población, y autorizar proyectos y programas que llevan lujos y comodidad a las naciones ricas, pero dejan muerte y desolación en los países pobres. Acierta Greta Thunberg cuando acusa a empresarios y políticos de engañar en este tema.
Lo absurdo de toda esta locura convertida en una carrera por acabar con la armonía de la naturaleza y sus equilibrios del ecosistema en agua, tierra, aire, vida animal y vegetal, es que los poderosos del planeta asumen que contaminando la parte opuesta de su punto geográfico, les garantizará por siempre una vida de confort y libre de los riesgos de la contaminación.
Nada más falso, porque toda acción contaminante daña al planeta en su conjunto y a la vida en su totalidad, puesto que los ecosistemas se encuentran interconectados precisamente para garantizar el equilibrio natural global.
Esa es la razón por la que acciones criminales de quienes contaminan, corrompiendo a los débiles, o dejándose corromper por los poderosos, comparten la misma culpabilidad de llevar a la humanidad hacia el suicidio colectivo.
*Licenciado y Maestro en Periodismo
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