Con precios que van de los mil a los 10 mil pesos, los equipos de videovigilancia se han convertido en artículos de primera necesidad en los hogares y negocios mexiquenses debido a la escalada en los crímenes, en especial durante el último bimestre del año, que es cuando históricamente repuntan los robos.
Miguel García Conejo
A decir de Othon Gómez César, presidente del Consejo de Alarmas y Seguridad Privada del Estado de México (CASPEM), a partir del Buen Fin y hasta que termina la época navideña, las ventas de cámaras de videovigilancia y circuitos cerrados aumentan hasta en un 20 por ciento.
En el caso del Valle de Toluca, las zonas residenciales de los municipios de Metepec, Calimaya y la propia capital han concentrado las solicitudes de videovigilancia a lo largo del año.
Pero como en todos los mercados, hay quienes se aprovechan de la necesidad de las personas, por lo que han surgido ofertas “increíbles” y bajos precios pero que no garantizan eficiencia y respuesta.
Por ello, Gómez César exhortó a la población a verificar en la página de internet de la Secretaría de Seguridad a aquellas empresas que están certificadas para venderlos.
“No es que no haya ventas si hay ventas lo malo es que se va a la parte informal la que no paga impuestos la que da más barato lo ves en la calle, vas en la esquina y hay en la esquina un coche vendiendo cámaras no tiene registro no tiene nada no sabe ni de donde son esas cámaras y eso se incrementa terriblemente”.
Reconoció que por el recrudecimiento de la inseguridad estos dispositivos hoy son buscados por familias de la clase media y baja.
(Foto: Redes)
