“Prisma” es una instalación permanente localizada en la comunidad de Zapolatito Oaxaca que consta de
una retícula triangular (3 m. de altura, 2.40 m. de largo) de ladrillos, que funciona como contenedor de las piezas individuales. Cada pieza se creó a partir de una placa de barro (21×27 cm) utilizando un principio gráfico de recortar las placas para generar formas positivas y negativas a modo de
convertir a la luz en un elemento formal de la obra; integrado al horizonte visual del embarcadero perceptible desde la plaza municipal.
Ximena Barragán
La obra es una colaboración entre miembros de una cooperativa pesquera y la artista plática mexiquense Andrea Romero Guerrero, resultado de una residencia de 6 semanas en Casa Wabi Puerto Escondido (fundación que promueve el intercambio de ideas entre artistas nacionales, e internacionales y comunidades locales de Oaxaca) entabló un diálogo con los más de 30 participantes, reconoció sus inquietudes, conceptualizó, diseñó y dirigió la creación de la obra.
La conceptualización detrás de Prima surge de la analogía de el quehacer
individual y su importancia para la construcción de una comunidad; “los fragmentos por sí solos carecen de coherencia, pues solamente en su totalidad adquieren un valor simbólico”, comenta Romero Guerrero.
Egresada de Kunsthochschule Berlin-Weißensee, Andrea está convencida de los efectos positivos que estas prácticas constantes y esfuerzos permanentes pueden tener sobre los integrantes de una comunidad, “El arte no se aprende, no se entiende, no se experimenta en una sola sesión … para lograr interiorizar la experiencia y promover la reflexión se necesita tiempo”.
Por su parte, los artistas que se involucran en actividades similares pueden lograr una importante mejora en el desarrollo de habilidades comunicacionales y creativas; “La manera de comunicar el arte se tiene que ajustar dependiendo la población con la que se trabaje …. Adaptar ideas a su entendimiento e integrar las suyas (y sus necesidades) en la resolución de la obra”.
Mientras que, para ella, la realización de la instalación fue una nueva experiencia , a los originarios de Zapolatito, la creación de Prisma, les permitió pensar nuevas formas de utilizar el barro, de construir cosas distintas, al tiempo que los dotó de un sentido de identidad, pertenencia y permanencia.
(Foto: Especial Portal)
