La compañía de títeres Cabezas de Estambre presentó “el Conejo y el Coyote” propuesta de teatro de papel para niños que llevó a los asistentes a un mundo fantástico donde los animales hablan y pasan de ser criaturas de cartón a actores de carne y hueso.
Marcela Moreno
Como parte de las actividades del Festival Quimera 2019 Edgar Chapa y Guadalupe Marín Jarquin, narraron una historia que comenzó con un pequeño conejo en busca de su familia a quien le advirtieron que debía cuidarse de los peligros del entorno, principalmente el hombre.
“Hay un animal de dos patas muy peligroso, cuídate mucho conejo, yo estaré vigilado la noche, si veo a tu familia te avisaré”, dijeron.
El conejo de papel se convirtió en una especie de carne y hueso que anduvo entre los asistentes en busca de comida hasta llegar al jardín de un monstruo que destruye lo que encuentra a su paso: el hombre.
Cada escena sirvió de pretexto salir del escenario para interactuar con los menores de edad que ayudaron con el lobo, saltaron con el conejo y cocinaron con el hombre, los cuales interactuaron con cada uno de los espectadores que llenaron en el auditorio.
Los actores buscaron ofrecer una puesta teatral con un mensaje claro: la especie humana debe mejorar sus hábitos y trato con el medio ambiente, ya que la explotación de los recursos naturales afecta la vida de todos los seres vivos.
Con esta reflexión chicos y grandes despidieron al conejo y al coyote después de una aventura de cerca de una hora, a quienes dijeron adiós con aplausos, para al final compartir sus reflexiones sobre la importancia de cuidar a todas las especies para crear un mundo mejor.
(Foto: Marcela Moreno)
