Ivan Joatzay
Ante un panorama que busca explorar y contar nuevas historias, Pixar sigue intentando reinventar su enfoque dándole nuevas oportunidades a distintas voces, culturas y perspectivas dentro de su estudio. Como fue en el caso de Luca, bajo la dirección de Enrico Casarosa (‘La Luna’), el estudio creador de Toy Story continua experimentando y abriéndose a nuevas propuestas, dejando la batuta de dirección a las mentes creativas detrás de sus cortometrajes. En este caso, llega Domee Shi, directora del cortometraje ‘Bao’, para contar una nueva historia sobre el crecimiento y los cambios, bajo algunos tintes hacia la cultura japonesa.
Esta semana llega a Disney + la más reciente producción del estudio Pixar. ‘Red’, o ‘Turning Red’ como se titula originalmente, sigue la historia de Mei Lee, una niña de 13 años (con amor hacia las ‘boybands’ y la cultura japonesa) que está en un constante debate sobre quién quiere ser y qué quiere hacer ¿Ser una hija obediente? ¿Adentrarse en el caos y la adolescencia? Junto a sus amigas, Mei debe de lidiar con los cambios repentinos en su cuerpo que son provocados por su estado de ánimo, pues, cada vez que se emociona demasiado, Mei se convierte en un enorme panda de color rojo.
Es así que tenemos una de los casos más curiosos sobre los últimos proyectos del estudio ante una historia que busca hablar sobre las vivencias y la representación, ya que, aunque a la fecha esta historia aún se encuentra siendo ubicada y conocida por los espectadores, es de decir que ‘Red’ es un filme que desde sus inicios de producción no logró posicionarse socialmente y atraer el interés de los espectadores; al menos no como sucedió con sus predecesoras ‘Luca’ y ‘Soul’, a pesar de contar con una historia con un enfoque contrastante y que, a perspectivas finales, remarca una introspección más trascendente y personal respecto al cambio. Siendo así, que esta historia ha pasado desapercibida en los grandes mercados y generando un concepto diferente sobre lo que realmente es la aventura de Mei.
Sin adentrarse mucho en spoilers o rasgos explícitamente específicos sobre la historia, ‘Red’ llega como un concepto que plantea una historia con puntos altos y bajos para su disfrute.
Por una parte, se debe de mencionar que, a rasgos generales, la aventura de Mei carece de profundidad y desarrollo hacia los personajes secundarios, construyendo momentos monótonos y predecibles que definen el rumbo de su historia, sin embargo, aunque esta es su mayor flaqueza (la cual algunos justificarían bajo la carente idea de ‘es una película para niños’), ‘Red’ opta por dejar en un segundo plano su historia principal por construir una historia emocional donde, a través de los cambios que atraviesa la chica panda, se genera un viaje más intrapersonal donde los espectadores, sean niños o no, pueden comenzar a identificarse y/o recordar momentos de su vida donde, eventualmente, todos pasamos por esas transiciones del crecimiento, convirtiendo esa hilarante situación de “oh no, me convertí en un panda ¡¿Por qué soy un panda?!” en una astuta analogía que explora los miedos e inseguridades hacia los cambios de la vida.
Aunque la nueva película de Pixar sí llega a convertirse en un concepto contrastante a lo que se suele hacer en el estudio, la historia de Mei denota un proceso bien estructurado hacia lo que se quería contar: una representación más aterrizada sobre las infancias, el crecimiento y las emociones que este conlleva (dejando de lado las representaciones estereotipadas dentro de películas infantiles): la ansiedad por vivir ante las expectativas de tus padres, el miedo por cambiar y no volver a ser quien fuiste, los nervios ante tu primer amor, o el estrés ante la presión social que te define frente a tus amigos y/o compañeros de la escuela.
Es así que ‘Red’ llega con una historia que prioriza un sentido de identidad visto a través de los ojos de una niña, pues, gracias a un sinfín de referencias hacia el anime, la cultura pop-oriental y una paleta de colores bastante vivida, Mei nos introduce en su mundo donde, de una manera bastante sencilla y orgánica, conocemos su realidad infantil y, con ella, reaprendemos esta idea de ‘atrévete a conocerte, acepta quién eres’, enviando un mensaje contemporáneo que rompe con distintos tipos de tabúes vistos dentro de la adolescencia y el género femenino; aunque claro, algunos de estos más presentes en un segundo plano que en un cambio drástico para su aventura.
Entonces ¿Es ‘Red’ una película de la talla acostumbrada de Pixar? Para ser honestos, Pixar trae una historia que sale de todo lo que es Pixar, o reafirma este nuevo enfoque de diversidad que buscan, y opta por contar algo nuevo; plantear un estandarte que, de una manera muy amigable, se puede convertir en ese confort a la aceptación para las infancias o en una nueva propuesta para la adultez que ayude a cuestionar y redefinir la identidad de las personas, todo dependiendo de tu conexión con la historia y momento emocional en que la transitas.
