Eric Rosas
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15 de abril de 2024
Ausencia omnipresente
Estamos cruzando la mitad de los tres meses de duración que tendrán las campañas electorales, para suceder a la persona que ocupará la titularidad del Poder Ejecutivo Federal a partir del próximo primero de octubre y por los siguientes seis años. Luego de estas semanas transcurridas es apropiado reflexionar acerca del papel y la relevancia que la investigación científica y el desarrollo tecnológico han tenido en los discursos de los aspirantes, sobre todo del de las dos féminas, que son quienes aparentemente tienen reales posibilidades de ganar en la jornada electoral del cada vez más cercano domingo dos de junio.
Si bien para el grueso de la población mexicana existen otros muchos temas que precisan de solución urgente, el fomento a la ciencia y la tecnología ocupa los primeros sitios en importancia para el desarrollo de la nación y, sobre todo, para la propia solución de estas problemáticas que ahora capturan toda nuestra preocupación como ciudadanos: la inseguridad, la corrupción, la ineficiencia de los sistemas públicos de salud y educación, o las crisis derivadas del cambio climático, como lo es cada vez más obvio en el caso del desabasto del líquido vital en muchas de las zonas urbanas y relevantemente económicas para el país.
Aunque durante los mítines multitudinarios los aspirantes naturalmente han preferido colocar en la mente y el ánimo de los electores sus ideas, reclamos y propuestas en estos ámbitos ya señalados, pues son para los que los votantes reclaman atención prioritaria, es muy significativo el que entre menciones diversas y aparentemente inconexas, con frecuencia surjan referencias directas o veladas a la necesidad de aprovechar el conocimiento científico y el desarrollo tecnológico.
Algunos de estos momentos se presentaron durante el primer debate en el que participaron los tres contendientes el pasado domingo 7 de abril. Si bien los temas acordados para abordar en esa oportunidad fueron: la educación, la salud, la transparencia, el combate a la corrupción, el combate a la discriminación, y la atención a grupos vulnerables, de manera especial la violencia contra las mujeres, en más de una ocasión quedó clara la necesidad imperiosa de basar la toma decisiones de gobierno y las políticas públicas en el conocimiento científico, así como de utilizar las nuevas tecnologías para hacer frente a los enormes retos.
Algunas de las menciones a la ciencia y la tecnología, expresadas ya sea de forma explícita o implícita, acompañaron propuestas de los aspirantes como la de incorporar técnicas de la Inteligencia Artificial para, por ejemplo, crear un sistema logístico que gestione eficientemente la compra y distribución de medicamentos, que resuelva el grave desabasto padecido en el presente sexenio, o hacer frente a la descontrolada proliferación del crimen organizado. Otra tuvo que ver con la necesidad de dotar con un mayor contenido científico, tecnológico y matemático a la formación de las nuevas generaciones de mexicanos, con la enseñanza de disciplinas como la robótica y el desarrollo de habilidades de programación.
A pregunta expresa, el candidato cuestionado respondió con su compromiso de asignarle al fomento de la investigación científica y del desarrollo de tecnología el punto porcentual del Producto Interno Bruto que establecía la anterior Ley de Ciencia y Tecnología. E inclusive el foro también brindó la oportunidad de evidenciar las terribles consecuencias que puede acarrearle a la sociedad mexicana, el hecho de que sus gobernantes prescindan del conocimiento científico al momento de tomar las apremiantes decisiones que se requieren en momentos de emergencia, como lo fue la irracional negación a recomendar el uso del cubrebocas durante las olas de covid-19 o la administración de la Ivermectina a muchos de los habitantes de la Ciudad de México que padecieron de esta enfermad. Esto demuestra que la ciencia y la tecnología, aunque ausentes del discurso expreso de los contendientes, se encuentran presentes en las soluciones que le urgen a México.
Lo anterior, dicho sin aberraciones.
