Ivan Joatzay
Con el presunto objetivo de promover la actividad física, el ambiente familiar y salvaguardar la integridad de los habitantes de Toluca ante la estructura vial, el ayuntamiento ha decidido cerrar las calles del centro histórico durante los fines de semana y optar por la movilidad a pie; pero ¿es la decisión correcta?
Tras la implementación del programa ‘Pie a tierra’, donde el gobierno toluqueño ha decidido cerrar 9 calles de la capital mexiquense, entre ellas la calle Independencia, Miguel Hidalgo, Juan Aldama, 20 de Noviembre y Nicolás Bravo, en un horario de 1 a 10 pm de los sábados y de 10 de la mañana a 10 de la noche para los domingos, las opiniones de los mexiquenses se han hecho relucir ante las consecuencias del cambio en la estructura vial.
El lado negativo de la decisión
Ante los cambios impuestos por el gobierno toluqueño, integrantes del Consejo de Cámaras y Asociaciones Empresariales del Estado de México (CONCAEM) se reunieron con medios de prensa local el pasado lunes para expresar que la decisión tomada por el Ayuntamiento de Toluca ha generado perdidas drásticas en la fluctuación económica de los comercios formales locales. De acuerdo con los empresarios, con una pérdida de más de 15 millones de pesos, el cierre vial es “una grave afectación” que está “matando al comercio formal”, impactando a distintos sectores como el restaurantero, joyero, zapatero o los negocios de estacionamientos y centros comerciales, afirmó Gilberto Sauza, presidente de la CONCAEM.
Entre los cambios, también se reconoce la accesibilidad de los ciudadanos hacia el corazón de la ciudad de Toluca pues, de acuerdo con declaraciones de Dante Álvarez, especialista en movilidad vial y activista del colectivo Cometa, “la gente que llega al centro de Toluca llega principalmente por transporte público, ahí se pasa entre el 90% de las rutas metropolitanas”. Así, el cese de movilidad automotriz puede tener impacto negativo para los visitantes como para los residentes de la zona centro de la capital mexiquense que usan autobús.
Por otra parte, durante los últimos días han surgido reportes a través de redes sociales donde usuarios toluqueños expresaron que los repartidores de servicios de comida se vieron afectados directamente en su desempeño laboral ante el nulo acceso a las vialidades:
“No había ni un acceso para que pudieran estacionar sus motos o bicis, simplemente no los dejaban pasar, sin alternativas. Lo mismo con los estacionamientos, tampoco había forma ni dialogo” expresó un joven mexiquense por medio de redes sociales.
¿Y la otra cara de la moneda?
A pesar de que el cambio estructural para reinventar la movilidad en Toluca originalmente llega como una iniciativa para promover la convivencia familiar, en entrevista para portal, transeúntes de la zona centro afirmaron que esta es una decisión positiva y tardía para no solo promover la conciencia climática ante los residuos contaminantes generados por los vehículos, sino, para construir un nuevo paradigma que genere un ambiente mucho más limpio, social y comercial para el entorno toluqueño:
“Ya era algo necesario. No estoy muy seguro de cómo afecta a los negocios, pero creo que es importante que empecemos a promover la caminata y el uso de espacios públicos por los peatones para crear un entorno más sano entre nosotros” afirmó un joven residente.
A través de redes sociales, habitantes toluqueños también se manifiestan ante la decisión del ayuntamiento con comentarios como: “vamos a volver el centro histórico peatonal”, “excelente iniciativa para disfrutar de los fines de semana con los peques y visitar los museos alrededor” o “Por fin, un centro histórico para vivir y no morir.”
¿Hacia dónde nos lleva el cambio vial?
En dialogo con Portal, Álvarez explicó que la decisión tomada por parte del ayuntamiento de Toluca no es más que una acción atrasada e imprescindible para mejorar el estatus de la capital mexiquense:
“Durante los últimos 30 o 40 años que se ha expandido la ciudad, esta ha sido enfocada para favorecer la movilidad de los autos y se ha excluido y discriminado los peatones, siendo que, tanto en el reglamento de tránsito como en las leyes de movilidad estatal y federal, los peatones somos prioridad, entonces debe haber un cambio de paradigma hacia el espacio público donde se debe dar más importancia en la vida real a áreas peatonales que garantizan la seguridad y exigibilidad para personas de grupos vulnerables, personas de la tercera edad y personas con discapacidad.”
En respuesta a las pérdidas económicas del pasado fin de semana, el activista expresó que, aunque existan los reportes de baja en el consumo del comercio formal debido a la peatonalización, “es un mito” el que los consumidores toluqueños solo llegan auto y “al contrario, trae más beneficios que pérdidas” para los propios comercios.
Viendo hacia el futuro, el especialista en movilidad afirmó que el cese de autos en el centro histórico de Toluca solo es un paso más para generar progreso en la estructura social y gubernamental de la capital mexiquense y que, asimismo como en las ciudades europeas, se está promoviendo “toda una transformación del espacio público hacia lo peatonal a nivel global.”
(Foto: Daniel Silva)
