Martha Romero
Desde el punto de vista de Mauricio Massud Martínez, presidente del Consejo de Cámaras y Asociaciones Empresariales del Estado de México (Concaem), el formato del segundo debate presidencial de nueva cuenta quedó a deber y fue “acartonado”, pues un debate es para contrastar ideas sobre las propuestas específicas de cada uno de los candidatos en los temas elegidos, además de que las descalificaciones continuaron entre las dos candidatas, lo que en lugar de abonar, resta.
Añadió que más que solo presentar propuestas, se trata de saber cómo las van a concretar, porque normalmente siempre hay promesas de campaña y nunca se explica cómo es que piensan presupuestar algún programa o qué estrategias van a seguir y en qué tiempo harán lo que están proponiendo.
Refirió que aunado a ello, continuaron las descalificaciones entre dos candidatas en particular —Claudia Sheinbaum, de la colación Sigamos Haciendo Historia, y Xóchitl Gálvez, de Fuerza y Corazón por México— y, si es el caso de que se tenga que hablar de negativos de una u otra persona y del otro candidato, pues debería de haber en el formato un bloque para que contrasten ese tipo de ideas en las que no estén de acuerdo o tengan que cuestionar algunas situaciones para que en ese momento se contesten.
Pero a partir de ahí, dijo, todo debe ser constructivo, propositivo y, sobre todo, explicar a detalle cómo piensan implementar sus programas y propuestas, es decir, cómo van a presupuestarlas y de dónde va a salir el recurso.
Massud Martínez añadió que se habla de manera muy sencilla y simple de temas como la reducción de horas de la jornada laboral o de llegar a un salario mínimo de 10 mil pesos, pero no se habla finalmente de propuestas para ayudar a las pequeñas y medianas empresas, que son el 96% de las unidades económicas, para ver cómo se les quita carga fiscal y algunas obligaciones.
Sobre las preguntas de la ciudadanía, indicó que fueron poco claras y cuestionó bajo qué criterio las utilizaron en el debate, pues lo más lógico era que especialistas en los temas de los que se habló realizaran los planteamientos a las candidatas y el candidato para que contestaran. Por ejemplo, apuntó, se habló de que no ha habido inflación, pero deberían preguntarle a un comerciante cómo ha impactado la inflación en estos últimos años en su negocio.
Precisó que con la experiencia que el Instituto Nacional Electoral (INE) ha tenido de años atrás, el debate tendría que ser mucho más dinámico, contrastante en ideas y en propuestas. “Lamentablemente, nos quedamos en las promesas de campaña de cada tres años, de cada seis años, y nunca nos explican cómo le van a hacer, cómo piensan hacerlo o en qué tiempos, qué metas, qué objetivos, en qué línea de tiempo se van a resolver ciertos problemas”, concluyó.
(Foto: Especial Portal)
