Gabriela Landetta
De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020 del INEGI, en el Estado de México las poblaciones prioritarias que requieren algún tipo de cuidados son las personas en primera infancia, las mayores de 65 años o más, y aquellas con alguna discapacidad que representan 8.8, 7.1 y 15.4 por ciento de la población.
En tanto, “las mujeres del Estado de México dedican en promedio 62.4 horas a la semana, mientras que los hombres 54 horas. La brecha por sexo observada es evidencia de cómo las mujeres son las principales encargadas de las tareas de cuidado y de que esta carga no disminuye a pesar de tener un trabajo remunerado”.
Así lo destaca el diagnóstico y propuesta de ruta crítica para sentar las bases de un Sistema Integral de Cuidados, elaborado por la Secretaría de las Mujeres con la colocación del Instituto de Administración Pública del Estado de México.
Para el Frente de Mujeres Organizadas de Toluca esa situación es una muestra más de violencia contra las mujeres, quienes al dedicarse a los cuidados de terceras personas descuidan su crecimiento personal y profesional, aunado a que en general tienen menos acceso a empleos dignos.
A eso se suma una carga desigual del trabajo doméstico y de cuidados:
“la atadura de las mujeres a las tareas del hogar continúa siendo un rol de género que impide a muchas la posibilidad de estudiar, tener un empleo remunerado, o participar en actividades de su comunidad”.
De acuerdo con esta organización, que a su vez hace referencia a datos del Instituto Nacional de Mujeres, “el trabajo doméstico y de cuidados aportó 27.6 por ciento del Producto Interno Bruto en 2020 lo que representó 6.6 billones de pesos”.
Pero además de las desigualdades económicas y de que deben ocupar su tiempo en atender a un integrante de su familia, las mujeres cuidadoras y especialmente las que son madres, también deben enfrentar la discriminación de la sociedad y, en caso de trabajar, la falta de comprensión de jefes y compañeros.
Al respecto, la abogada Juana María Lara Peña, expresó que nuestra sociedad le falta mucho por avanzar en lo que es la empatía con esos casos, y sobre todo entender que por ejemplo si un niño o adulto presenta una condición de discapacidad o algún síndrome no se les debe ver “raro” sino tratarlos con normalidad.
Por otra parte, señaló que las madres trabajadoras que también sean cuidadoras y por algún motivo sean hostigadas en sus centros de trabajo por ese motivo, pueden presentar su denuncia ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México.
En caso de pertenecer a una instancia del gobierno estatal, a través de Trabajo Social del Issemym podrían solicitar una constancia permanente de cuidados de sus hijos, a fin de que en sus centros laborales les den facilidades para que puedan atender a sus pequeños que estén en situación vulnerable.
(Foto: web)
