Gabriela Landetta
Entre el 1 de enero y el 25 de febrero del año en curso se registraron 165 incendios forestales en el Estado de México, lo que representó un incremento de 27 siniestros respecto al mismo periodo de 2023. Las hectáreas afectadas pasaron de 817.90, a 1,049.28. Es decir, hubo un aumento de 231 ha.
De acuerdo con datos de la Protectora de Bosques, Probosque, el 93.9 por ciento de los siniestros ocurridos este año (984.98) corresponden a pastizales y arbustos; y sólo 6.1 por ciento (64.30) a arbolado adulto y de renuevo, pero eso no es motivo para no preocuparse por la situación.
Así lo señaló el titular de Probosque, Alejandro Santiago Sánchez Vélez, al referirse a las condiciones climáticas que prevalecen en la actualidad con sequía y altas temperaturas.
“En la medida que las temperaturas son más altas, [y tenemos] inviernos breves y veranos anticipados, la demanda evaporativa de la atmósfera es más alta. Entonces nosotros tenemos en el suelo menores contenidos de humedad, en la atmósfera también menores contenidos de humedad ambiental y se hace más vulnerable nuestro bosque a los incendios”.
Mencionó al respecto que, en promedio, en los primeros diez días de febrero se detectó un aumento en la temperatura de entre cuatro y seis grados por arriba de la media mensual, por lo que “el riesgo de que ocurran incendios forestales es mayor, alertamos”.
Es por ello que Probosque avisó a las diferentes brigadas que tiene en diversos puntos de la entidad para que se mantengan en alerta permanente ante el riesgo de que se presenten más incendios en el transcurso de estos días.
“También queremos capacitar a nuestros silvicultores para ser más eficiente y más seguro el trabajo del combate. Les estamos dando cursos de capacitación”. Esta acción también se lleva a cabo con agricultores y ganaderos, ya que dijo, muchas veces el fuego se propaga por las quemas agrícolas y por las que también hacen los pastorespara regenerar los pastos.
“Entonces nosotros estamos trabajando con la gente de agricultura y la gente de anadería para trabajar conjuntamente una estrategia y hacer más efectivas nuestras estrategias de combate al fuego”, destacó Sánchez Vélez.
Por otra parte, al referirse a la escasez de agua y a la importancia que tienen los bosques como “auténticos medios de abastecimiento de agua”, informó que se trabaja en nuevas estrategias para dejar de tener una visión exclusivamente maderera en el manejo de los bosques.
“Nosotros ahora estamos planteando una estrategia diferente, estamos cambiando nuestros programas de manejo forestal, no solamente para producir madera, sino también para conservar los receptores reservorios de agua”.
Señaló que como parte de esas acciones se han delimitado 40 microcuencas, a partir de las cuales se establecen las pautas para que el agua sea el elemento integrador del análisis económico, técnico, social, político y ambiental de cada región, “entonces este nuevo planteamiento del manejo forestal está en un plan estratégico para la gestión integral de los recursos hidrológicos forestal del Estado de México”.
(Foto: Gabriela Landetta/ Probosque)
