Martha Romero
El cobro de derecho de piso no es privativo de las zonas urbanas porque se registra en varias entidades del país, pues, si bien la extorsión es difícil de comprobar y los delitos no denunciados rondan el 99.83% a nivel nacional, la cifra negra de este delito es del 100% porque es más difícil de denunciar, afirmó Facundo Rosas Rosas, excomisionado general de la extinta Policía Federal
Lo anterior, dijo, quedó comprobado con los acontecimientos registrados en el municipio mexiquense de Texcaltitlán, donde el cobro de piso perpetrado contra campesinos se considera la fase superior de la extorsión, y es difícil de denunciar ante el Ministerio Público y probar ante un juez porque la tierra no ha sido sembrada y producido mercancía comercializable con un valor monetario.
Refirió que el primer caso de extorsión en México se registró en el año 2001, y las primeras víctimas fueron presidentes municipales de la península de Yucatán, mientras que el cobro de piso inició en el año 2010 en Ciudad Juárez, Chihuahua, particularmente en la zona conocida como Lincoln, donde comerciantes la enfrentaron con éxito.
Rosas Rosas resaltó que mientras las víctimas no se organicen y sientan el respaldo de la autoridad, la extorsión seguirá impune y el miedo que genera continuará alimentando la cifra negra de delitos no denunciados, que sólo beneficia a los extorsionadores, pues cada vez hay más zonas donde el cobro de piso ataca gran parte de la actividad económica formal e informal, que en cualquier momento puede convertirse en crisis.
En el caso de la Ciudad de México, en las alcaldías ubicadas en el sur y norte, dio a conocer que el cobro de piso se da de manera cotidiana, pero no hay denuncias por miedo, además de que aceptarlo es reconocer que las autoridades han fracasado en seguridad y estropearía las cifras “alegres” que en los últimos años han dado a conocer para hacer creer que los delitos de alto impacto han bajado más del 50 por ciento.
Por último, refirió que los delitos totales en la Ciudad de México en 2023 se han incrementado un 2.5 por ciento respecto a 2022, donde la mayoría de negocios, como puestos de tacos, jugos, pollerías, entre otros, pagan derecho de piso de manera silenciosa.
(Foto: cortesía)
