Eric Rosas
Congruencia
De manera muy temprana y quizá hasta ilegalmente adelantada, pero la contienda por la sucesión en la titularidad del Poder Ejecutivo Federal ha tomado tracción en las semanas recientes, sobre todo por parte de la oposición con la irrupción de una mujer que parece haber capturado la atención de la ciudadanía, y principalmente tras el inicio de los foros, tanto el general como los cuatro temáticos, que están siendo organizados por el Frente Amplio por México; y en los que, tras la salida de Enrique Octavio de la Madrid Cordero, ya sólo están participando tres aspirantes a encabezar los esfuerzos de esta alianza: las senadoras Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz y Beatriz Elena Paredes Rangel, así como el diputado Santiago Creel Miranda;.
Por el lado oficialista, las campañas de los seis candidatos han pasado casi desapercibidas en los últimos días, incluso a pesar del gran número de anuncios espectaculares y de paredes pintadas con abrumadora propaganda refiriendo a la anterior jefa del Gobierno de la Ciudad de México, aunque también algunos en favor del ex canciller y del pasado titular de la Secretaría de Gobernación federal. De los restantes tres aspirantes muy poco o casi nada hay qué decir, pues su desempeño ha rayado en la intrascendenciaabsoluta.
Ambas partes han anunciado que tendrán definidos a sus respectivos líderes para la campaña por la Presidencia de México para inicios de septiembre venidero, por lo que conviene que la comunidad académica reflexione respecto de a quien de ellos estará dispuesto a brindarle su voto. Es claro que, una vez iniciadas las campañas, los que resulten seleccionados alardearán de sus logros conseguidos en favor de la ciencia y prometerán sin recato las mejores acciones a realizar, con la finalidad de convencer a los ciudadanos de que les otorguen su voto y convenzan a sus colegas de hacer lo propio, pero por fortuna todos ellos tienen antecedentes en la función pública que pueden ser revisados y analizados, a fin de obtener una imagen más nítida de sus actitudes reales hacia este sector.
Entre quienes aún se mantienen en este par de contiendas podemos encontrar dos candidatas que cuentan con estudios universitarios en disciplinas relacionadas con la ciencia y la tecnología, ambas por la Universidad Nacional Autónoma de México: Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz es ingeniera, mientras que Claudia Sheinbaum Pardo es física. Los otros cuatro aspirantes con posibilidades reales de representar asus respectivas fracciones tienen estudios universitarios en disciplinas sociales como el derecho, la sociología o las relaciones internacionales. Este aspecto es interesante de inicio, pues las dos primeras definitivamente pueden acercarse a la comunidad científica y tecnológica de México con una jerga propia del gremio.
Sin embargo, lo realmente importante no es que los eventuales candidatos sean capaces de utilizar tecnicismos cuando se dirijan a los investigadores, sino que sus propuestas sean racionales, concretas y viables, pero, sobre todo, que sus acciones emprendidas cuando tuvieron responsabilidades legislativas o ejecutivas brinden un respaldo congruente con las promesas que puedan ofrecer. En este sentido convendría que los académicos del país iniciaran una revisión profunda y detallada del historial de sus gestiones, para conocer cuál fue el sentido de su voto en las discusiones relacionadas con las iniciativas relativas a la educación, ciencia, tecnologíae innovación; o los programas en favor de éstas, que fomentaron o implementaron en los gobiernos o secretarías que encabezaron.
Lo anterior, dicho sin aberraciones.
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