PlanoSecuencia Cine Cuadro por Cuadro
| Ivan Joatzay
“Aunque no sea perfecto, puedes hacerlo mejor”
Weltschmerz, de procedencia alemana, es probablemente el término que más se alinea con la esencia Barbie y todo el fanatismo que ha generado este evento cinematográfico: “la sensación que una persona experimenta al entender que el mundo físico real nunca podrá equipararse al mundo deseado o como uno lo imagina”.
Como si fuera una historia sacada de las disidencias entre la expectativa y la realidad, la materialización en el cine de la icónica muñeca de Mattel llega a las butacas de todo el mundo para construir una narrativa que, entre explorar la esencia del clásico mensaje “se lo que tú quieras ser” y el golpe de la cruda realidad, probablemente va a resignificar en muchas mentes lo que significa ser una Barbie ¿Realmente deben vestirse o verse así? ¿Cuáles son las aflicciones de una muñeca que, con el síndrome de la mujer maravilla, puede hacerlo todo?
De la mano de Noah Baumbach (A Marrige Story), Greta Gerwig, la exdirectora de ‘Laidy Brid’, regresa al detrás de la cámara para contar una historia que, aunque todos esperábamos, quizá no sabíamos realmente como la queríamos.
Tras 14 años de desarrollo y saltos entre guionistas y direcciones, ‘Barbie’ al fin llega, bajo la tutela de Warner Bros, para contar la historia de la muñeca que todos conocemos: “Barbie estereotípica” (Margot Robbie). En “Barbieland”, donde todo es perfecto, Barbie vive una vida feliz, enigmática y llena de estilo, sin embargo, de la nada, un día las cosas comienzan a quebrarse para la muñeca. De repente, el brillo, la saturación y la música que rodea la fiesta eterna de Barbie se apaga, por lo que, en compañía de Ken (Ryan Gosling), la muñeca deberá emprender un viaje al mundo real para arreglar su vida y conocer el lugar que le tiene el mundo ¿Aún juegan con Barbies?
En un inicio, antelada como la historia más rosada y vívida que podrías imaginar sobre lo que es ser un juguete, un creería que la historia de la muñeca más icónica del mundo llegaría para contar un viaje de conocimiento y superación personal para la figura femenina a través de todos los filtros de moda, diversión y superación posibles, sin embargo, la travesía creada por Gerwig, como es de conocer en su autoría, voltea hacia otro lado por construir una historia multifacética que, con una diversa cantidad de capas que exploran la masculinidad, la cosificación, el feminismo y las capacidades personales, llega para decir “sí, puedes ser lo que tú quieras ser, pero también está bien ser quien eres”.
Con un guion solido que lleva la ironía al máximo, la película de Barbie crea un relato de fabula con tintes de realidad para desatar una disfrutable sátira que, entre la comedia negra y la visibilidad al sexismo, propone un análisis a los roles de genero a través del lente del capitalismo y exponer a qué se enfrentan las mujeres en el día a día, los retos que emergen ante más expectativas y el cómo se siente ser opacado detrás de una figura, después de todo “detrás de un gran hombre, hay una gran mujer” ¿No? ¿Qué pasaría si esto fuera al revés?
Desde una perspectiva inocente y sincera, la primer película de Mattel construye un concepto atractivo y apto para todo el publico por contar su propio mensaje, sin embargo, ¿Es la historia que revolucionará a la sociedad y el mundo del cine? Probablemente no, probablemente sí, eso depende desde qué perspectiva se este jugando a la casa de las muñecas.
Entre sus aciertos, ‘Barbie’ parece destacar por ser uno de los proyectos más llamativos en la industria del espectáculo no solo por la imagen atractiva del producto que construye, sino, por la tela con la que es vestida esta muñeca. Con una cinematografía explícitamente intencional, el trabajo de Greta construye un ambiente de inmersión a la idea de los juguetes, una experiencia donde, a través de la sensación de estar viendo un comercial de muñecas o el remembrar las tardes de juego con el corbette y la casa de juguete, la travesía de Barbie es un estandarte que se burla en todos los sentidos posibles sobre la idea estereotipica de la masculinidad y la feminidad en conjunto.
Si bien, se siente que la historia de la muñeca presenta un desarrollo incompleto en el sentir de su mensaje donde, aunque hay mensajes muy humanos y reflexivos sobre lo que es ser una Barbie, una mujer y un hombre en el mundo actual, se pueden sentir momentos anticlimáticos que, ante el ritmo y tonalidad rosa que se ha sobrellevado en toda la historia, genera una bandera traslúcida que se ve opacada por el brillo de su comedia y escenarios, al menos en un primer plano.
Por otra parte, aunque presenta entornos totalmente disonantes, que sí se ven distintos, la fotografía de Rodrigo Prieto, fotógrafo mexicano con experiencia en películas como ‘Silence’ o ‘Amores perros’, logra combinarse de una manera tenue pero verosímil entre las múltiples tonalidades de rosa para cementar el objetivo de su historia: desenvolver el duelo entre la perfecta “vida en plástico” y la compleja sensación de cohabitar el mundo real.
‘Barbie’ presenta una esencia Barbie al mil por ciento dónde, a pesar de que no logra cohesionase por completo con la esencia Gerwig, presenta un viaje fresco y atractivo que, entre el reflector que manejan sus protagonistas y el impecable empeño por crear un mundo de plástico en vida, permite consolidar la metáfora más clara sobre el duelo entre la realidad y la expectativa, el buscar entender tu lugar en el mundo y lo que puedes hacer o no.
(Foto: Mattel Films)
