La mañana de este viernes se llevó a cabo una jornada de limpieza en la Laguna de Ojuelos en el municipio de Zinacantepec. Vecinos, activistas y organizaciones de la sociedad civil se unieron para intentar salvar este ecosistema afectado por la falta de lluvia, la contaminación y abandono de la zona.
Miguel García Conejo
Desde temprana hora se dieron cita cuadrillas de vecinos con pala en mano, bolsas, carretillas y un ímpetu renovado para darle un empujoncito de vida, la mayoría advertía tristeza por su condición actual y riesgo de que desapareciera.
“Sí me entristeció mucho, la verdad, de que no haya agua, además ver los peces que se están pudriendo ya ahí, si es muy triste, la verdad, (…) me da mucha tristeza la insatisfacción de no poder hacer nada es lo que más me da coraje por eso cuando veo esto”, Dan Salgado, activista.
La tranquilidad de la faena se vio interrumpida por un abogado que dijo llamarse Juan Cabrera Contreras, acusó a los activistas de despojo por estar adentrándose, dijo, en una propiedad privada por lo que acompañado de la fuerza pública amedrentó a las personas que limpiaban.
“Es una invasión lo que están haciendo, un despojo, por eso ahorita los vamos a poner a disposición de misterio público y ahí que aclaren y que adelante se quedan con el terreno y si no en cada caso que respeten, nosotros lo que buscamos es un respeto, que limpien su casa pero no aquí, una propiedad ajena”.
La oposición para que continuara la acción de limpieza derivó en momentos de tensión. “Ahorita no hay permiso, ya ve usted, señorita, chécate lo que pasó, tómate fotos”, ordenó el abogado Juan Cabrera Contreras
“Aquí estamos convocados los ciudadanos para una jornada de limpieza, ¿te está afectando?, ve si hay agua, a nosotros nos invitaron, está la fuerza pública, sacan sus armas y nos agreden ¿quién te pagó?” replicó una activista.
El abogado dijo representar a la señora Ana María Téllez de Arochí y Virginia Estrada Ruiz de San Román. La presión de los ciudadanos terminó haciendo que el supuesto abogado se retirara con la amenaza de que impedirá acciones futuras, al ser un predio particular del que hoy los dueños no quieren tener a familias en el interior.
Los activistas advirtieron que persistirán en sus labores de limpieza al tener un título girado por la CONAGUA que establece a la laguna de ojuelos como un reserva ecológica de bien público.
“Estamos actuando de manera pacífica, lo único que estamos buscando es cuidar nuestro medio ambiente, salvar y proteger un vaso que lleva mucho tiempo aquí” Iván, activista
“Simplemente lo estamos haciendo como ciudadanos, no estamos invadiendo; si ellos tienen la documentación, la probarán, pero ni siquiera es con nosotros, sino cuidadano con gran responsabilidad”, Julián Huerta, vecino.
Pese a los empujones y agresiones verbales, la Jornada de limpieza terminó con un registro a favor de casi 500 kilos de basura y desechos.
(Foto: Miguel García Conejo)
