Los 106 feminicidios registrados durante el 2020 colocan el Edomex en el primer lugar nacional en este tipo delictivo. Pese a las políticas implementadas por el gobierno mexiquense durante la pandemia por Covid, la ola de agresiones y ataques contra las mujeres se elevó sustancialmente, reconoció lItzel Hernández Lara, coordinadora de la especialidad de género y violencia de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEM.
Elena Aguilar
Refirió que el contexto actual exacerba las desigualdades entre hombres y mujeres, pues el encierro fomenta una convivencia más ríspida, pues si bien las autoridades federales y estatales plantearon programas o campañas dirigidas a prevenir los diversos tipos de violencia de género, la realidad es que no han reconocido que existe un problema de fondo, que no se resuelve con contar hasta 10 o presionar un botón de pánico.
Tan sólo en el Valle de Toluca, en cinco días fueron reportadas tres mujeres (de Toluca y Zinacantepec) como desaparecidas, mismas que fueron secuestradas o desaparecidas por sus parejas sentimentales y en ningún caso hubo respuesta efectiva por parte de la Fiscalía de Justicia estatal, las policías municipales ni la de Género que capacitó la Secretaría de Seguridad, según el titular de la dependencia, Rodrigo Martínez Celis.
Si bien el Secretario General de Gobierno, Ernesto Nemer, aseguró ante el pleno del Congreso mexiquense que, durante la contingencia sanitaria, el gobierno estatal puso en marcha una serie de estrategias encaminadas a prevenir, erradicar y sancionar este tipo de agresiones, como es el programa de la Red Naranja, los refugios para víctimas, las Puertas Violeta, y la policía de género, para los familiares de víctimas de feminicidio, la realidad es que no hay resultados en investigaciones ni avance en la búsqueda de sus familiares.
Los hijos, padres y hermanos de las mujeres asesinadas, refutan que esta administración estatal sea un gobierno “para las mujeres”, como lo afirmó el gobernador Alfredo del Mazo, pues en lugar de reducir, aumentó el nivel de violencia.
La especialista Hernández Lara expresó que hay una falta de interés por parte de las autoridades, siendo mujeres y niñas las más vulnerables a la violencia; sin embargo, hasta no ser reconocido el problema de fondo que va ligado con la crisis económica, además del confinamiento en el que el acceso a los apoyos de estas mujeres, es reducido. “Si de por sí no era eficaz antes, en pandemia es imposible establecer una denuncia por violencia física, viven con su agresor y los servicios están cerrados, no sirven ni hay manera de acceder a ellos”.
En el caso de Claudia Patricia Armada López, enfermera del Hospital Mónica Pretelini, reportada como desaparecida el 20 de octubre, sus familiares dicen que fueron ellos los que han logrado avances en la investigación, pues en la fiscalía les advirtieron que son “tantos casos como el nuestro que debemos esperar a que haya recursos humanos”, reprochó Jesté Jaramillo, tío de la víctima.
Este es sólo un ejemplo de lo que ha ocurrido en los años recientes, opinó Rocío Oviedo, presidenta de Nivel Humano, pues reveló que durante la emergencia sanitaria las solicitudes de mujeres que piden apoyo crecieron en 30% con respecto al mismo periodo del año pasado y han contabilizado hasta 88 feminicidios en sólo en territorio estatal, con base en lo contabilizado a través de medios de comunicación.
“Hay una cifra negra, la Secretaría de Seguridad no tiene la misma estadística de solicitudes de apoyo a mujeres que las mostradas por los municipios y es lo mismo entre las estadísticas del secretariado de Seguridad, porque a los municipios no les conviene que sean señalados como los más peligrosos para las mujeres”.
Aunado a que, con base en un estudio que llevan a cabo organizaciones civiles sobre el ejercicio del presupuesto en los 11 municipios con Alerta de Género por violencia y siete por desapariciones, la mayoría de los ayuntamientos son omisos y opacos, no hacen trabajo eficaz, ni coordinación con autoridades estatales ni federales.
(Foto: Archivo)
