Para don Higinio y doña Alicia, el amor a los hijos y las ganas de salir de salir adelante fueron su motor durante años, sin embargo, reconocen que la risa de sus 34 nietos y los abrazos de sus 14 bisnietos, son los remansos necesarios para el día a día.
Miguel García Conejo
Sin embargo, en medio de la pandemia la situación no es sencilla, pues saben que deben cuidarse, por lo que el distanciamiento físico, que no emocional, ha sido necesario.
“Aunque ya no sale uno a la calle, muchas veces no por medios sino porque también debemos cooperar en no contagiar a más gente, aquí estamos encerrados, cumpliendo con las obligaciones, como ciudadanos, de estar en casa”, comentó don Higinio.
En su casa, fruto de una vida de esfuerzo, las historias se cuentan en las paredes, en la cocina en que doña Alicia cuidaba a sus nietas cuando comenzaron a llegar, en el patio donde han visto correr, primero a sus 14 hijos, ahora a sus descendientes. Aunque la memoria a veces se cansa, su alma se emociona cuando recuerdan las travesuras, ríen con fuerza, se enamoran más de la vida.
“Hoy me gusta cuando nos juntamos porque de otra forma, no, y cuando no, estoy yo solita y yo me siento mal, me siento así… Pero ya cuando nos juntamos, yo me siento feliz (…) Lo que más me gusta, pues verlos, verlos que estén juntos, todavía los están casados es más bien… para mí yo me siento más feliz”, añadió doña Alicia.
De la mano llevan 59 años, recuerdan que se han casado ya tres veces por la iglesia, más que el amor, dicen, es la constancia, el esfuerzo, las ganas de salir adelante y dejar una herencia de principios y valores lo que los ha mantenido juntos ante las embestidas de la vida.
Hoy esperan a que la pandemia pase, que puedan ver a su familia completa el 11 enero, para el cumpleaños 79 de Don Higinio, como todos los años. Desean que el Covid-19 no les siga privando de esos momentos que se convierten en lo único que queda al final de la vida.
“Es cuando tenemos la oportunidad de convivir un rato y gracias a Dios todos me acompañan, todos están conmigo, me llena de orgullo, de gusto, de satisfacción”, coincidió la pareja que exhortó a sus congéneres a esperar un poco más para volver a abrazar a sus familias y a no desesperarse en medio de la soledad que la pandemia puede traer pues, confían, es temporal.
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