“Toluca es la provincia”
Siempre se ha mencionado que se debe de conocer la riqueza del lugar de origen de uno para apreciarlo, amarlo, caminarlo y sobre todo, sentirlo. De tal manera, los recursos de sitios lejanos al nuestro serán apreciados con un sentimiento diverso.
Uno de los principales elementos de considerarse un turismólogo es saber lo más relevante e incluso datos poco conocidos para los demás acerca de un destino. Avergüenza a momentos el que un visitante en nuestra ciudad o pueblo sepa más hechos históricos, leyendas, historias y tipo de arquitectura. Defender lo que es nuestro es rendirle un poco de homenaje a la benevolencia que nos ha brindado, demostrarle agradecimiento por dejarnos habitarlo y regalarnos grandeza que nos nutren el alma y nos han formado como persona.
Toluca cuenta con 47 delegaciones, las cuales forman parte esencial de la virtud de la ciudad. Cada uno de los residentes consideran un honor pertenecer a su delegación, si son de San Buenaventura amando cada bocado de sus tradicionales enchiladas con un picor especial en la salsa que baña las tortillas rellenas de pollo, con una combinación magnifica de crema y queso. De San Felipe Tlalmimilolpan con el sabor de la fermentación exquisita de su pulque que regala al paladar en cada trago dado desde 1960 cuando la comunidad inició su mayor producción. Con sabores que van desde el natural hasta el de galleta. Además de ser un formidable sitio para degustar pozole, ya que su población es productor nacional del maíz de cacahuazintle.
Caminar por la capital mexiquense es rodearte de un sentimiento de pertenencia a un Dios del Sol que resguarda la entrada de la urbe como defensor magnánimo de sus hijos. Es respirar el aroma de huele de noche y de su plantas de ruda que rodean los campos aún sin poblar, los cuales son avasallados por un color rosado gracias a los mirasoles que renacen de sus capullos desde mediados del mes de octubre. Toluca, a pesar de tener cada día un contexto más diverso en cuanto a inmigración de personas, sus calles se perciben hasta cierto punto con un tinte de provincia especial.
Es una tierra privilegiada pues los Dioses eligieron a Calixtlahuaca compuesto su nombre por las palabras náhuatl: “calli” la cual significa “casa” y” ixtlahuatl” que significa “llano”. Donde en su zona arqueológica se jugaron los mismos juegos de pelota que Quetzalcoátl y Tlaloc inculcaron a la comunidad. Por tal motivo se hizo el Monumento 3, el cual lleva también el nombre de Templo de Ehécatl Quetzalcoátl y también por haberse encontrado escultura antropomorfa mexica, representando a la deidad de Ehécatl. Como bien lo menciona el Instituto Nacional de Antropología e Historia cuando lo declaro un sitio de importancia patrimonial no solo para las tierras mexiquenses sino para el país mexicano y por ende, del mundo en su entereza.
Su vida rodeada de sangre Otomí y Mazahua de la cual Tlachaloya reboza, compartiendo sus guisos de nopales y su danza Chimarecu que regala de amor y orgullo los pies de cada uno de quienes bailan y comparten con su luz, el amor por sus tradiciones. Sin olvidarnos de Tecaxic, con su convento y templo de Nuestra Señora de los Ángeles en el cual se realizaron procesos inquisitorios, documentados y encontrados en 98 libros antiguos según información del Ayuntamiento, los cuales fueron escritos entre los años 1672 y 1819 resguardados en su biblioteca.
Toluca es recitar suavemente “La Suave Patria” de Ramón López Velarde y recordar que nuestra tierra ha sido menospreciada desde sus inicios por grandes intereses económicos y de alcanzar una cúspide de poder político. Es dejar de lado el impulso de actividades que enriquezcan el corazón de quienes pueden depender de una implementación de programas turísticos que beneficien y por fin, nos permitan mencionar que Toluca merece ser considerado como “destino turístico”.
Generación tras generación ha sido afectada por sembrar semillas con percepciones negativas hacia una tierra que puede ser igual de grande y caminada, que cualquier otra que se nombra en revistas de turismo tendencial y portales web de moda.
¡Y tu cielo nupcial, que cuando truena
de deleites frenéticos nos llena!
Trueno de nuestras nubes, que nos baña
de locura, enloquece a la montaña,
requiebra a la mujer, sana al lunático,
incorpora a los muertos, pide el Viático,
y al fin derrumba las madererías
de Dios, sobre las tierras labrantías.
-Ramón López Velarde
Confesiones de turista en: Twitter: @aranx_solleiro, Instagram: @arasolleiro , aranxaas94@gmail.com y https://everywherematters.blogspot.com/
