¿Están Preparados los Gobiernos para el Rebrote de la Violencia en el País?
En la medida en que van normalizando las actividades productivas del país, se ha incrementado el número y virulencia de hechos delincuenciales, por lo que surge de inmediato la duda sobre la capacidad de los gobiernos municipales, estatales y federal, para garantizar la seguridad de las familias en sus personas y bienes.
Al menos en las primeras embestidas de los delincuentes para atracar a usuarios en transporte, comercios o vía pública, los cuerpos policiales han brillado por su ausencia y han tendido que ser los propios ciudadanos quienes se hagan justicia por propia mano, aunque arriesgando en ello la propia vida.
Hasta el momento ninguna autoridad, sea federal, estatal o municipal, se ha preocupado por elaborar un programa preventivo de seguridad ciudadana, acorde a la evolución de la reactivación económica, industrial, comercial, educativa, recreativa y laboral, a pesar de contar con todo un equipo de alta tecnología que hasta ahora sirve sólo para mostrarnos rostros de asaltantes, vehículos y rutas por las que escapan, pero cero intervención y menos aseguramiento de maleantes.
De poco sirven las cámaras de videovigilancia si no están sincronizadas con operativos de reacción inmediata de elementos y patrullas policiales, con servicios de inteligencia e investigación sobre sitios de mayor incidencia, grupos delincuenciales o senderos de mayor movilidad ciudadana.
Después del educativo, el gasto de seguridad es de los más altos en los presupuestos de las tres instancias de gobierno, sin que se refleje en resultados e índices de seguridad, puesto que las estadísticas de la incidencia delictiva se incrementa mes a mes, y falta lo peor por los efectos del desempleo galopante.
Lejos de garantizar condiciones de seguridad, los cuerpos policiales sobresalen cuando su participación va encaminada a agredir o a atracar a la propia población a la que están obligados a servir con prontitud y eficiencia.
Son tantos los recursos técnicos, económicos y humanos en seguridad que bastaría con que sean bien dirigidos y coordinados entre Federación, Estado, Municipio, y sociedad para brindar la seguridad que demandan y merecen las familias en cada pueblo, comunidad, colonia o ciudad. ¡Manos a la obra, pues!
*Licenciado y Maestro en Periodismo
Twitter: @luciorm
