En medio de la incertidumbre que ha desatado el COVID19 en el Estado de México, la fe se ha convertido en un pilar para miles de familias que, sin embargo, han perdido la oportunidad de ir a rezar a las iglesias y parroquias, es por ello que este viernes el arzobispo Francisco Javier Chavolla Ramos llegó a los hospitales de Toluca y Metepec para dar un mensaje de esperanza y así acercarles un mensaje para aliviar las penas.
Miguel García Conejo
Mientras el arzobispo se acercaba, quienes esperan noticias de sus familiares internados rezaban rosarios, se hincaban, lo mismo hacía el personal médico y hospitalario, ya que ellos también necesitan un rayito de fe para creer que la pandemia pasará y que podrán salir bien librados del frente de batalla.
Con el Santísimo Sacramento en mano, Chavolla Ramos partió alrededor de las 9:30 de la mañana de la sede de la Arquidiócesis hacia su primer destino, el Hospital de Ginecología y Obstetricia del IMIEM, para después arribar al Hospital para el Niño y al Mónica Pretelini.
“Ciertamente estamos viviendo tiempos muy difíciles y es necesario ir manifestando signos de esperanza, de apoyo, nuestro pueblo es un pueblo que tiene fe, y es por eso que hemos querido traerles la presencia de Jesús, la Eucaristía, para fortalecerlos y animarlos. Hemos respetado las indicaciones sanitarias, por eso desde afuera les hemos dado la bendición, sabiendo que Dios se hace presente en cada enfermos que está ahí, que lo asiste”.
Chavolla Ramos pidió a los fieles católicos no sólo orar por los enfermos y sus familiares, sino también por los médicos y enfermeros, por todo el personal médico y hospitalario que hoy se han convertido en la primera línea de defensa en la pandemia.
“Por orden federal y también por prudencia, se han ido cerrando los templos para no contagiarse y para no propiciar que esta pandemia tenga más muertos y más enfermos; ahora, hay que tener en cuenta esto: Dios en tiempos ordinarios llega al hombre a través de los sacramentos, sobre todo, pues, de la Eucaristía, pero Dios en tiempos extraordinarios, como Él es todo poderoso, llega a cada enfermo, a cada casa, tengan siempre presente que Dios está con ustedes y que Dios está en su casa o aquí el hospital, alentando y fortaleciendo a todos y cada uno de los enfermos y del personal sanitario”.
El arzobispo también visitó las clínicas 220, 221 y 251 del IMSS, así como el Hospital General Nicolás San Juan, el Centro Médico Adolfo López Mateos, el Hospital Regional y el Centro Médico ISSEMyM.
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