Derivado de la vacuna generada desde el día lunes en la República de China para combatir el COVID-19, alrededor de 35 organizaciones médicas e instituciones académicas han trabajado para contribuir al desarrollo de ella, de ellos al menos cuatro tienen candidatos para empezar las pruebas, ya que se han estado aplicando a animales. Aunque nadie podría haber predicho que la próxima enfermedad infecciosa que amenazaría el mundo sería causada por un coronavirus – la gripe generalmente se considera que representa el mayor riesgo de pandemia – los vacunadores habían cubierto sus apuestas trabajando en patógenos “prototipos”, según datos aportados por la Coalición por las Innovaciones en Preparación para Epidemias (Cepi, en sus siglas en inglés).
Aranxa Albarrán
Considerando que se han tenido casos anteriores de Coronavirus como el SARS en 2002-04 que comparten material genético con el COVID-19 entre un 80 % a 90 %. Todas las vacunas funcionan de acuerdo con el mismo principio básico.
“Presentan parte o la totalidad del patógeno al sistema inmunitario humano, generalmente en forma de una inyección y a una dosis baja, para incitar al sistema a producir anticuerpos contra el patógeno. Los anticuerpos son una especie de memoria inmune que, habiendo sido provocada una vez, puede movilizarse rápidamente de nuevo si la persona está expuesta al virus en su forma natural.” Anunció en entrevista estudiante de medicina de la UAEMéx, Stefano Luvianos.
De tal manera, la forma viva puede seguir evolucionando en el huésped, por ejemplo, potencialmente recuperar parte de su virulencia y enfermar al receptor, mientras que se requieren dosis más altas o repetidas del virus inactivado para lograr el grado necesario de protección. Es así que es de suma importancia aplicar pruebas antes de ponerla en marcha y distribuirla alrededor del mundo. Dichas pruebas se dividen en tres fases: el primero, con unas docenas de voluntarios sanos, se prueba la vacuna para la seguridad y el monitoreo de efectos secundarios. El segundo, en el que participan un alto porcentaje de personas, generalmente en una parte del mundo afectada por la enfermedad, para que se pueda examinar la eficacia de la vacuna y la tercera hace lo mismo en otro gran porcentaje de personas. Esto comento el estudiante, con base en el Instituto de Vacunación de Sabine en Whashington.
Dicho lo anterior, tomará más de cinco años tenerla lista, por lo que su distribución será lenta. Además, países con una estabilidad económica considerable, serán los primeros que tendrán el recurso de conseguirla a través de dichas instituciones, no obstante en el caso de México según lo mencionado por Stefano, “en caso de que México no pueda conseguirla por problemas financieros, sería como darle la espalda a la humanidad.” Añadiendo también que no toda la población será priorizada, sino que habrá grupos sociales como adultos mayores de 50 años que son los que más corren el riesgo de ser infectados.
Tal es el caso, por ejemplo que durante el 2009 en la pandemia de la gripe H1N1, los suministros de vacunas fueron quebrados por las naciones que podían adquirirlas, dejando a los más pobres cortos en posibilidades de obtenerla. Algunas de las soluciones que se han implementado de parte de la OMS, ha sido llevar a gobiernos con carencia económica a adquirir fundaciones que permitan la producción de la vacuna dentro de los países que la requieran.
Como aún no se sabe cuándo será posible la adquisición y aplicación de la vacuna, el estudiante recomienda seguir con las indicaciones de prevención de parte de la OMS: no salir de casa para evitar su propagación, evitar lugares concurridos y sobre todo, lavarse las manos de manera constante a lo largo del día.
Finalmente Luvianos mencionó lo siguiente: “lo más importante es no sentir pánico, la humanidad ha pasado por esto más de una vez, la Influenza es más letal que el actual COVID-19 y en aquellos días pasó lo mismo que ocurre en estos días, solo que ahora al tener más medios de difusión de información, estamos más en contacto con lo que se dice y por consecuencia nos asustamos más. Cabe resaltar que si bien no es una enfermedad tan agresiva, no hay que tomarlo a la ligera, hay que seguir las medidas preventivas al pie de la letra”.
Foto: Especial Portal
