En diferentes puntos de la ciudad se pueden encontrar esculturas del maestro Fernando Cano, tal es el caso del lobby del teatro Quimera donde se resguardan nueve esculturas de hierro forjado y soldado de tamaño monumental de entre metro y medio y 2 metro de altura, como un homenaje a su trayectoria.
Marcela Moreno
La viuda del maestro, Marthel Cano, comentó que es importante que los espectadores se adueñen de este trabajo, lo abracen y lo arropen “lo hacen de una manera íntima, porque pueden apreciar como con este material tan contundente logró hacer poesía”.
Refirió que se cuenta con esculturas hechas desde 1998 hasta 2010, las cuales tuvieron recorridos itinerantes por toda la República mexicana como Zacatecas, Aguascalientes, León, Puebla, entre otros. Compartió que cada una de las piezas hablan por si solas con un lenguaje “muy Cano”, pero que las más valiosa para ella es
“Para tanta soledad me sobra el tiempo” la cual es un autorretrato que le dedicó como muestra del amor que le tuvo en vida y que recibe a la gente en la entrada de la exhibición.
“Es el personaje ideal para él, es un fauno enamorado y la hizo primero en pequeñito para regalármela, es mi favorita”.
Para concluir invitó al público en general a acercarse y conocer ésta y todas las las piezas que se encuentras expuestas en galerías y en las calles de la ciudad.
“Es un privilegio para mi que traigan estas piezas, es lindo que la universidad haya compartido parte de su acervo, tenerlo presente y que la gente recuerde su trabajo no me cabe en el corazón me llena de orgullo y alegría, ojalá puedan visitarlo”.
(Foto: Especial Portal)
