Con 16 instrumentos de cuerdas, metales y voces el mariachi se ha vuelto un estandarte de la cultura mexicana por su vestimenta típica y sus ritmos clásicos como vals, ranchera, boleros, huapangos, sones, etc., se trata de una agrupación reconocida en todo el mundo, afirmó Jesús Díaz Morales miembro del mariachi universitario magia mexicana.
Marcela Moreno
Elegir el instrumento es el paso decisivo para ser parte de un mariachi, y en su caso fue el guitarrón, mismo que aprendió a tocar de forma autónoma como complemento de sus estudios técnicos en el Conservatorio de Música del Estado de México donde estudio trompeta, ya que no hay espacios formales donde enseñen a tocar el guitarrón mexicano.
“Primero busqué tutoriales en internet, libros y posteriormente encontré personas que sabían y me asesoraron, pero empecé primero líricamente” explicó.
Dijo que su instrumento es que lleva la pauta del tiempo y guía el ritmo, que para dominar requiere tiempo, esfuerzo y disciplina para ser un buen ejecutante, “mínimo le dedico 3 horas diarias de estudio y práctica, solo así se verá avance, progreso y buena calidad al interpretar las canciones.”
Otro elemento que característicos al mariachi, dijo, es su vestimenta típica de alta costura que requiere materiales caros, aunado a que deben ser hechos a la medida en sus dos tipos: traje de gala y de charro “son muy variados, nos identifica y fortalece como agrupación.”
“En total nos podemos gastar entre 20 mil pesos para arriba, hay violines que cuestan hasta 50 mil pesos, los trajes también tienen precios elevados, en un comercial no puedes ir a comprarlo, tienen que ser confeccionados por expertos, que sepan las características y especificaciones, por ejemplo, el tipo de botonadura, los detalles laterales de los pantalones, o el tipo de bordados.”
Para concluir comentó que para él ser parte de esta agrupación musical le significa todo, “no solo es tocar sino reflejar a México, sus ritmos, sus instrumentos, sus historias y sus voces, es para mí no solo un patrimonio cultural sino un orgullo nacional y personal que rompe las barreras económicas, culturales, sociales, etc., y nos une en ritmos de festejo”.
(Foto: Redes)
