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Oquetza, camino a la raíz | Carla Valdespino Vargas

Una línea: un espacio ||


Cuando miro un mapa, varios pensamientos habitan mi cabeza. Por ejemplo, pienso en la importancia que, en un principio, tuvo la acción de caminar para poder dibujar el perímetro del espacio que habitamos; caminar, sería entonces, el acto más importante de nuestra existencia sobre este planeta. ¿Quiénes caminan trazando rutas? Los nómadas, los migrantes.  

Entre los nómadas australianos, cuenta Chatwin, la música es el banco de la memoria para encontrar el propio camino por el mundo. Las canciones van creando el espacio y, por tanto, el universo se va formando cada que se entona una canción, pues se enumeran los pozos, los árboles, las cuevas, todas aquellas referencias topográficas que son parte de la totalidad del trayecto; son, en pocas palabras, los mapas que delimitan los territorios que posee cada grupo nómada. A esas canciones se les llama ensueños, esto es, los recorridos establecidos.

Las canciones pueden ser compartidas, lo que significa que grupos humanos comparten territorio. Es una cartografía muy otra que no reconoce las fronteras geopolíticas delimitadas por Occidente; occidente que no reconoce las canciones como los mapas que delimitan los territorios aborígenes. En México, el ulular de La Bestia forma los acordes de esa canción cuyo nombre es pesadilla.

Y estas palabras vienen a colación porque hace un par de días me encontré con dos mapas muy interesantes; uno muestra los flujos migratorios actuales en el mundo y el otro, las rutas de migración en la Mesoamérica antigua.

(Abro paréntesis mesoamericano que explica por qué se hace la acotación sobre Mesoamérica antigua: Bueno, sucede que en el siglo XXI se decidió retomar el término Mesoamérica para referirse a la región político-económica comprendida por México-sur, Guatemala, Belice, Honduras, Nicaragua, El Salvador, Costa Rica y Panamá; esto podría prestarse a una serie de confusiones, sin embargo, en Oquetza, cuando se nombra Mesoamérica, se habla de la región cultural que fue colonizada a partir de 1492).

Regreso a los mapas y en concreto al trazado por Douglas Peck en 2002 y que muestra las rutas migratorias que se llevaron a cabo hacia/dentro/en la zona maya mesoamericana.

Así como lo oyen (leen, mejor dicho), el devenir de Mesoamérica estuvo marcado por grandes migraciones, quizá una de las más famosas es la llamada “peregrinación” de los mexicas y, ahora que lo pienso, creo que funcionó de una forma muy similar a las hoy llamadas “caravanas migrantes”; finalmente los mexicas idearon una estrategia de supervivencia que después resignificaron desde lo mítico-sagrado.

La migración de los itzaes fue trascendental para el desarrollo y asentamiento de este pueblo en la Península de Yucatán. Cabe mencionar que esta movilidad humana se encuentra documentada en el Chilam Balam de Chumayel en el capítulo VIII: …así, pues, lo sabéis, y lo dice cualquiera. La tierra suave de la Orilla del Pozo dice que allí llegaron conquistando, al golpe de la guerra… ¿vinieron o estaban?

Naturalmente no son las únicas migraciones realizadas en Mesoamérica, podríamos hablar sobre los nicaraos o de los olmecas o de los toltecas o de los teotihuacanos, pero también podríamos mencionar las migraciones actuales y el Paso del Darién… Ya habrá tiempo de contar historias y mapas.

Foto: Orlando Salinas.

Espacio de reflexión decolonial sobre el mundo mesoamericano y

las naciones indígenas del siglo XXI
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ig: @oquetzacamino  

Columnista:
Carla Valdespino Vargas
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