La Columna del Vigía
Por El Vigía de la 4T
La comparecencia del Secretario de Seguridad del Estado de México ante la LXII Legislatura dejó algo más que cifras: un método. Por años, el combate al delito se evaluó con gráficas de homicidios, robos y detenciones, pero lo que se observa hoy —en el balance del segundo año de la administración de Delfina Gómez— es una lógica distinta: la seguridad como construcción social y no sólo como reacción policial.
La reducción del 21.4 por ciento en delitos de alto impacto no puede explicarse sin la coordinación con los tres órdenes de gobierno y, sobre todo, sin la implicación ciudadana. Este es el punto menos visible y más relevante del informe: el modelo mexiquense no solo busca castigar al delincuente, sino reconstruir la confianza pública en las instituciones.
La estrategia de Mando Unificado, las Mesas de Construcción de Paz y la inversión en tecnología e inteligencia operativa parecen haber sentado bases duraderas, pero el reto será sostener los resultados sin caer en el triunfalismo. Si algo se le puede reconocer a esta administración es haber entendido que la seguridad no se decreta: se coordina, se evalúa y se comparte.
Columnista: Por el Vigía de la 4T |
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