Miguel García Conejo 

El asesinato de un niño de apenas 14 años, cuando intentaba proteger a su novia de un ataque sexual, fue la gota que derramó el vaso para que hoy vecinos de la zona norte de Toluca salieran a las calles a demandar seguridad al denunciar una situación insostenible de criminalidad.  

Encabezados por familias de San Andrés  Cuexcontitlán, caminaron hacia a la Plaza de los Mártires para  exigir seguridad, calles pavimentadas y alumbrado público, la marcha pacífica, dijeron, contrasta con la situación de violencia que padecen todos los días por un abandono histórico por parte del gobierno municipal.   

El asesinato de Guillermo, un estudiante  de 14 años, ocurrido el pasado 1 de octubre, en San Diego de los Padres, así como el feminicidio de Alondra, de 17 años, quien fue hallada sin vida en la misma comunidad en dos hechos consecutivos evidencian la situación de putrefacción que padecen.  

“Estamos solos, nos han dejado solos, no es de este gobierno, es de siempre, pero hay que decirlo, en este gobierno ha estado peor, son constantes los hallazgos de personas muertas de robos a transeúntes, violaciones nos están empujando a protegernos a hacer autodefensas porque no se puede”, Antonio, vecino afectado    

Cansados de esta ola de violencia, caminaron para demandar  a todos los ordenes de gobierno mayor seguridad, presencia de los uniformados cámaras de videovigilancia y alumbrado público pero sobretodo una estrategia contundente para una zona diferente que requiere ser cuidada    

En caso de no ser atendidos amagaron nuevamente la creación de grupos de autodefensa comunitarios para protegerse de los delincuentes y vigilar las calles...  

“Estamos hartos nos vamos a organizar cuidar y linchar a cualquiera que entre a delinquir, sobre advertencia no hay engaño, luego no se quejen” reclamaban  

A lo largo de esta administración el propio gobierno municipal ha reconocido a la zona norte de la capital del estado como la más conflictiva con la presencia de los cárteles de la droga, calificando a las comunidades incluso como sitio de   "tiradero de cadáveres".  

(Foto: Miguel García Conejo)