Claudia Elisa y Gabriela Alejandra López Miranda
Integrantes del Círculo Feminista Alaíde Foppa
La sociología, desde su origen, ha estado atravesada por una mirada masculina, tal y como sostiene Selene Aldana Santana en su artículo “La historia de la sociología, si no te la contaron violeta no te la contaron completa”, durante generaciones se nos ha transmitido un canon altamente masculinizado, pues todas las figuras fundadoras reconocidas en nuestro campo son hombres.
En la historia de la sociología parece haber una ausencia casi total de mujeres, cuando se reflexiona en torno a las referencias importantes de dicho campo, siempre resultan nombres de varones, los llamados “padres de la disciplina” son, desde luego, hombres. Ante ello, lo más sencillo es pensar, como afirma Amparo Tomé: si las mujeres no aparecen en el canon sociológico es seguramente porque “no han hecho nada que merezca ser mencionado como importante”.
La realidad es que las mujeres estuvieron presentes desde los orígenes de la sociología, en particular y de la de la ciencia, en general. A principios del siglo XIX hombres y mujeres hacían ciencia en el espacio doméstico y fue hasta finales de ese siglo cuando ésta empezó a introducirse en las universidades, motivo por el cual disminuyó la participación de las mujeres. No obstante, eso no implicó que ellas abandonaran las actividades científicas.
Las mujeres han producido conocimiento desde la antigüedad, y, tal como afirma Selene Aldana Santana, continuaron haciéndolo aún con la exclusión que sufrieron del ámbito universitario; en este sentido, no es que no hayan estado presentes, sino que fueron borradas de la historia de la ciencia.
En el periodo fundacional de la sociología es posible identificar una serie de investigadoras que hicieron aportaciones relevantes, que encabezaron empresas editoriales, publicaron, entablaron relación y debates con los considerados los padres fundadores e incluso tuvieron influencia y centralidad en círculos intelectuales sociológicos.
Rosa Luxemburgo, Clara Zetkin, y Marianne Schnitger son las pensadoras más conocidas, no obstante, Harriet Martineau, considerada la primera socióloga y escritora del primer manual de Sociología; Beatrice Potter Webb socialista británica, interlocutora de Herbert Spencer; Charlotte Perkins Gilman, intelectual estadunidense y activista por los derechos civiles de las mujeres; las llamadas “mujeres de Chicago”: Anna Julia Cooper e Ida Wells-Barnett, son nombres que debemos repetirnos con insistencia, para que nunca más sean borrados de la historia de la sociología.
Referencias:
Aldana Santana, Selene (2020), “La historia de la sociología, si no te la contaron violeta no te la contaron completa”, en: Acta Sociológica, Núm. 81, México, UNAM, pp. 59-95.
Tomé, Amparo (2019), La educación feminista contra el sexismo educativo y cultural, Coeducar: poner la vida en el centro de la educación, México, Editorial Grao.
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